Con la vuelta al cole ya encima, muchos son los padres que se plantean la posibilidad de comprar un ordenador portátil para sus pequeños. Algunos, los que tienen hijos de más edad, se ven obligados a ello por las dinámicas escolares, pero otros pretenden sólo que sus hijos (más pequeños) empiecen a acercarse a la informática.
Tablets y móviles, la vía de entrada
Independientemente de la edad que tengan los niños, lo indiscutible es que los ordenadores, si no lo son ya, serán para ellos más pronto o más tarde una herramienta de uso cotidiano que deben conocer y dominar. Con tablets y móviles a su alcance cada vez más pronto, el primer contacto con el PC se espacia cada vez más y las preguntas sobre estos dispositivos se acumulan cuando los padres con primerizos: ¿a partir de cuándo deben disponer de uno los más pequeños? ¿Cómo debe ser ese ordenador según la edad del pequeño?
Lo aconsejable es que, desde los dos o tres años, empiecen a saber cómo se maneja un teclado o un ratón. Con cinco, pueden ya utilizar juguetes que simulan el funcionamiento de un PC real. A partir de los diez años, ya no hay problema para que lo utilicen y que dispongan del suyo propio ya que, en el colegio, es posible que empiecen a utilizarlo a esa edad. Por ello, es conveniente que en casa hayan utilizado uno antes. Así, el primer contacto 'reglado' será más fácil y exitoso. Los pequeños deben ver siempre al PC como un aliado, no como algo inalcanzable. Y eso, siempre, debe empezarse a fomentar en casa. Es buena idea, también, que si la economía lo permite, dispongan de un ordenador para usar en casa y que, en el domicilio, no se vean obligados a usar el que emplean en el colegio.
Características
Un portátil destinado a público infantil debe, ante todo, ser resistente y duradero. Su pantalla, además, tiene que incorporar tecnología antirreflejos para cuidar la salud visual de los pequeños. Si la pantalla es táctil, mucho mejor, ya que los más pequeños de la casa están acostumbrados a interactuar con los dispositivos de esta manera. Por supuesto, instalar algún tipo de software de control parental es obligado. A partir de los diez, cuando el ordenador se emplea para usos académicos, es imprescindible que el ordenador tenga cierta capacidad: hacen falta, como mínimo, unos 8GB de RAM, conexión WiFi y una pantalla de 13 pulgadas como mínimo. Una tarjeta gráfica potente, aunque no sea imprescindible, es una buena idea porque, además de para estudiar, van a utilizar el equipo para jugar y disfrutar de contenidos audiovisuales. También es importante poner a disposición de los más pequeños juegos interesantes. En Steam, es fácil localizar juegos gratuitos para los más pequeños de la casa. Jugando, siempre, es como mejor se aprende.