Durante el verano, los residentes en zonas urbanas acostumbran a visitar áreas rurales y, una vez allí y si experimentan algún problema de salud, comprueban que la atención sanitaria en estas zonas dista mucho de lo que sería aconsejable. Pocos médicos y escasos medios se combinan para que el derecho a una atención sanitaria rápida y de calidad se convierta casi en una entelequia. Las tecnología, sin embargo, puede ayudar a revertir esta situación.

 

¿Consultas virtuales?

En España, los profesionales médicos disponibles son pocos y, en su mayoría, eligen principalmente zonas urbanas para desarrollar su labor aunque, desde las administraciones, se ofrezcan pluses e incentivos a los médicos que deciden trabajar en zonas rurales. Paradójicamente, la población de estas zonas (de edad avanzada y con diferentes patologías) precisa, incluso, de más atención que la residente en las zonas urbanas. Durante la pandemia, las consultas a distancia se generalizaron como complemento a la atención presencial en dos regiones sanitarias catalanas (Lleida y Alt Pirineu) que destacan por la abundancia de núcleos rurales y la dificultad para encontrar profesionales que quieran desarrollar allí su carrera. ¿Son verdaderamente este tipo de consultas la respuesta que necesita la población (mayoritariamente envejecida) de estas áreas?

 

Más de medio millón de usuarios desde 2019

Desde 2019, este canal entre profesionales sanitarios y pacientes ha registrado a unos 522.300 usuarios a la demarcación de Lleida (500.000 en el llano de y 22.300 en el Pirineo) y ha generado casi 900.000 conversaciones (827.000 en Lleida y 70.700 en el Pirineo). Si bien durante la pandemia, los años 2020 y 2021, su uso se multiplicó, con la recuperación de la normalidad esta manera de relacionarse con el sistema sanitario sigue manteniendo unos altos índice de utilización entre los usuarios. Entre las consultas más frecuentes que refieren los usuarios para ahorrar visitas presenciales están las confirmaciones de tratamientos después de recibir resultados de pruebas diagnósticas o la resolución de dudas sobrevenidas en el transcurso de una enfermedad.

Las atenciones se desarrollan mediante la herramienta eConsulta del portal La Meva Salut con la autorización previa del profesional de medicina o enfermería de atención primaria. En el momento que un ciudadano envía una eConsulta se genera una visita a la agenda del profesional de medicina o enfermería del centro de referencia. En caso de que se encuentre ausente, la consulta se deriva en otro profesional. Cuando el médico o médico o la enfermera responden a la consulta, el paciente recibe una notificación por correo electrónico. Las consultas se archivan en un historial accesible en cualquier momento. La herramienta permite enviar archivos adjuntos, como fotografías u otros documentos, que se pueden incorporar a la historia clínica del paciente por decisión del profesional sanitario.

Sólo un complemento

Pese a la eficacia probada, el sistema se ha revelado sólo como alternativa complementaria. Las urgencias, por supuesto, deben atenderse in situ pero, además, los médicos rurales cumplen otra función: la visita médica es, en determinadas áreas, casi el único acto social que obliga a residentes de edad avanzada a salir de casa y mantenerse activos. El médico no es sólo un profesional sanitario: es también un miembro activo de la comunidad y un elemento de socialización. ¿Cuál es la solución? Una combinación de ambos sistemas. Sin embargo, la tecnología puede ayudar de otras maneras: desde la Generalitat, se trabaja ya en la activación de un sistema de drones