El sector español de la construcción acumuló activos por valor de 176.210 millones de euros en 2024 y se espera que alcance los 204.290 millones de euros en 2029 gracias a una tasa de crecimiento interanual del 3% previsto durante el próximo quinquenio. Esta expansión se produce en un contexto de incremento de los costes de construcción de edificios, incluyendo mano de obra y materiales, que se cifra más de un 14% y lleva aparejados riesgos ciertos, como el que se deriva de robos, hurtos y actos vandálicos consecuencia, en su mayoría, de accesos no autorizados. La situación genera entre las empresas una necesidad cierta de servicios de seguridad y vigilancia que se cubre con la contratación de empresas especializadas, pero hay un problema: como siempre que crece la demanda de un bien o un servicio, el número de prestatarios aumenta y, entre ellos, se cuelan empresas que no cumplen los requisitos mínimos que se fijan en las normativas que regulan el comercio de ese bien o servicio. En este caso, lo que nos ocupa, es un servicio (la seguridad privada) que contrata un 66% de las constructoras con obras actualmente en marcha.
Marco legal
La legislación sobre Seguridad Privada en España establece un marco que permite operar sólo a empresas que cumplen altos estándares de supervisión y por lo pueden, prestar servicios de seguridad privada. La contratación de servicios no regulados de este tipo (prestados por personas, grupos o entidades no debidamente autorizadas y registradas por la Policía Nacional -o por la policía autonómica competente, en su caso- como autoridad de supervisión) puede implicar sanciones de entre 20.001 y los 100.000 euros.
Para evitar incurrir en tal infracción, es posible realizar una comprobación de que la empresa cuenta con la correspondiente autorización para la prestación de uno o varios servicios de seguridad privada. Esto puede realizarse en la web institucional de la Policía Nacional, en su apartado dedicado a Seguridad Privada, en la cual se publica periódicamente un listado actualizado de las empresas de seguridad privada que están debidamente registradas, y los servicios exactos que cada una de ellas está autorizada a ofrecer y prestar.
Alternativas
En este contexto, y ante los elevados costes que supone contratar un servicio con vigilantes físicos, se revalorizan alternativas como la que brinda BauWatch. Aprovechando las tecnologías de IA, la empresa proporciona una vigilancia eficaz de las obras las 24 horas del día y los siete días de la semana, independientemente de las condiciones meteorológicas y sin asignaciones presupuestarias adicionales. Este enfoque supone un avance significativo en materia de seguridad, ya que ofrece una alternativa más inteligente, eficaz y conforme a la ley que los métodos de seguridad tradicionales.