Conocer qué es exactamente aquello que se compra se un derecho de cualquier consumidor y, para garantizarlo, la Agencia Catalana del Consumo emprenderá este año una campaña de inspección específica "para asegurar la protección de los derechos de los consumidores dentro del ámbito de la transición ecológica", explican desde la Generalitat. Según datos extraídos de la encuesta de hábitos de consumo a Catalunya que elabora anualmente la Agencia se constata que la ciudadanía cada vez muestra mayor sensibilidad para consumir con menos impacto medioambiental y tiene un interés creciente hacia productos o servicios sostenibles. El 78% de las personas consumidoras manifiesta que prefiere comprar productos de proximidad y un 82% opta por productos en envase reciclable. Ahora, la Agencia Catalana del Consumo testará si, efectivamente, todos los productos que utilizan como reclamo el compromiso de las empresas que los fabrican con estos valores, se ajustan a los argumentos con los cuales se venden.
Hasta un 81% de mensajes con potencial de confundir
Según un estudio encargado por Consumo a finales del año pasado sobre la reciclabilidad de los envases de productos de la cesta de la compra, el 81% de los mensajes vinculados a este concepto podrían generar confusión a los consumidores con respecto al porcentaje efectivamente reciclable. Así, este 2023 la Agencia emprende, apuntan sus responsables, "una campaña de inspección centrada en el control de productos y servicios que se comercializan bajo reclamos que hacen referencia a la sostenibilidad". El objetivo de las actuaciones inspectoras será comprobar que se cumplan las obligaciones de información medioambiental preceptiva a los consumidores, así como garantizar la veracidad.
Diversidad de acciones
Las principales acciones de la campaña tendrán como objetivo garantizar que los mensajes con respecto a la reciclabilidad de los envases que se dirigen a los consumidores sean veraces y no los induzcan a confusión; comprobar la veracidad de la publicidad en productos ecológicos y controlar el etiquetado obligatorio de eficiencia energética en determinados aparatos, como bombillas y lámparas.
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