Estuvieron a punto de desaparecer en los 80 pero, aunque todavía están en cierto peligro, las poblaciones autóctonas de oso pardo de la cordillera Cantábrica se han recuperado mucho sin haber tenido que introducir ejemplares foráneos como se ha hecho en el Pirineo. Hoy, los osos que viven en Galicia, León, Cantabria, Asturias y Palencia son unos 370.

 

 

La mayoría, en Galicia, Asturias y León

De los 370, unos 250 viven en Asturias y las comarcas gallegas y leonesas que limitan con el Principado. El resto, unos 120, vive en Cantabria, León y Palencia. En el Pirineo, donde se introdujeron osos procedentes de Eslovenia a mediados de los 90, viven hoy unos 70 osos.

Recuperación

El éxito, y ahí están las cifras, es pleno ya que, incluso, se ha detectado presencia de animales en el norte de Zamora, una zona en la que hace 40 años que no se veía ningún ejemplar. Con todo, más en el Pirineo y menos en la Cornisa Cantábrica, donde el oso tiene casi carácter de emblema turístico y cultural, la convivencia es a veces difícil con ganaderos y agricultores. Articular un sistema de compensación de daños es clave para garantizar el futuro de unas poblaciones que, en los últimos años, se han dejado ver incluso por las calles de núcleos con más de 1.200 habitantes como Barruelo de Santullán, en Palencia.