El cristal o vidrio cerámico es uno de los materiales cerámicos más sofisticados que existen, ya que combina pues combinan las propiedades de los cerámicos cristalinos y los vidrios. Se obtiene mientras el material está en su forma vítrea y destaca por su bajo coeficiente de dilatación térmica, su resistencia al choque térmico y la ausencia de poros, lo que le convierte en altamente resistente. Ahora, además, sirve para almacenar datos gracias a Cerabyte, empresa californiana pionera en soluciones de almacenamiento de datos basadas en este material.

 

Económico y sostenible

Con sus soluciones de cristal cerámico, Cerabyte ofrece un nuevo nivel de almacenamiento de datos asequible, permanente y sostenible con el que se prevé que los racks de los centros de datos pasen de una escala de petabytes a una de exabytes. La tecnología de soportes persistente puede almacenar datos durante periodos muy largos de tiempo sin consumir energía. Así lo explican sus responsables: “Las complejas necesidades globales de almacenamiento de archivos a escala de zettabytes se han atendido de manera deficiente con soluciones caras y que consumen un porcentaje excesivo de la energía disponible a nivel mundial. El sector del almacenamiento se encuentra en un punto crucial para una disrupción transformadora. Junto con las soluciones de fabricación, las nuevas tecnologías, como la de Cerabyte, están destinadas a ofrecer soluciones viables y rentables a los retos fundamentales que enfrentan los clientes empresariales en términos de seguridad, inmutabilidad y sostenibilidad ", explica John Monroe, analista jefe de investigación de mercados de la empresa. El prototipo presentado por Cerabyte utiliza un proceso innovador que emplea dos millones de pequeños rayos láser para grabar patrones a nanoescala, similares a códigos QR, en la superficie cerámica a velocidades asombrosas. Esta tecnología no sólo supera la densidad de almacenamiento de los discos duros actuales, sino que lo hace sin consumir energía para el almacenamiento de datos, prometiendo una eficiencia sin precedentes. Según la empresa, el coste de almacenamiento que podrá ofrecer en 2030 será de menos de un dólar por terabyte.

No se degrada

El almacenamiento de datos basado en cerámica de Cerabyte no se ve afectado por la degradación de los bits o la corrupción silenciosa, que amenaza la integridad de los datos con el paso del tiempo. En lugar de ello, proporciona un registro inmutable de los datos originales lo que es necesario en un número cada vez mayor de casos de uso, sobre todo en la era de la IA. “El sector se dirige hacia la Era de los Yottabytes, por lo que será fundamental disponer de un almacenamiento de datos sostenible —que acabe con la necesidad de migrar los datos y que, gracias a ello, reduzca la huella energética y el coste total de propiedad, para hacer frente al tsunami de datos que se avecina”, afirma Christian Pflaum, director ejecutivo de operaciones de Cerabyte.