¿Recibiste la vacuna del Covid y tus ciclos menstruales se han visto alterados? ¿O le ha sucedido eso a tu pareja, tu madre o tu pareja? Si es así, tú misma o alguna de las mujeres con las que compartes tus días, forman parte del casi 43% de mujeres que sufren esta circunstancia. El dato se recoge en La mitad que sangra, un libro escrito por María Zuil y Antonio Villarreal y editado por Libros del KO con el que se pretende explicar cómo y por qué se ha “ignorado históricamente la menstruación”.
Efectos indeseados
Desde que en junio de 2021 la vacuna se empezó a suministrar a mujeres de la franja de edad 40-49, un rumor, se detalla en el libro, comenzó a extenderse: las reglas siguientes a la vacuna eran más abundantes, implicaban más dolor y los ciclos se acortaban. Mujeres concretas pasaron de experimentar ciclos de 35/45 días a tener ciclos de 28 y los periodos premenstruales eran peores. Había, y así lo detallan Zuil y Villarreal (ambos periodistas) “un patrón, aunque no estaba claro”. Todos los testimonios se recogieron en la encuesta que los autores elaboraron para escribir el libro. De inicio, explican también, “la ciencia hizo caso omiso”. En la revista Science, por ejemplo, la doctora del Imperial College Victoria Male señalaba que “sin estudios formales, es imposible decir si esas diferencias que la gente nota después de vacunarse con parte de una variación normal o están causadas por la vacuna”.
Sesgos
En el libro, se relata también cómo, muy a menudo, las mujeres que experimentaban estos efectos y acudían a su médico se encontraban con situaciones de incomprensión. Finalmente, se ataron cabos: la vacuna colocada en primera fase del ciclo menstrual lo alteraba, pero si las mujeres eran vacunadas tras la ovulación, no había problemas. Se publicó en la revista Lancet. Según se recoge en La mitad que sangra. Al parecer, la vacuna activa cuando se aplica antes de la ovulación las citoquinas, unas proteínas, detallan los autores “que regulan la respuesta inmune y cambian los niveles de hormonas, lo que confunde al cuerpo”. En la encuesta, los datos son claros: un 42,5% de las participantes vieron cómo sus ciclos de menstruación cambiaban para hacerse más regulares. Otro 35,1% indicó no haber sentido nada irregular, un 7,2% indicó que el color de regla cambió y un 4,6% señaló que era más abundante.