¿Te dan miedo las cucarachas? ¿O te dan asco? Pues haces mal, porque estos vilipendiados insectos van a convertirse en un aliado excepcional de la raza humana para controlar las plagas que azotan a nuestros cultivos o, incluso, ayudar en misiones de rescate. Veamos cómo es eso posible.

Cucaracha cyborg
Cucaracha cyborg

Cucaracha silbadora

La cucaracha apta para estos desempeños, hay que decirlo, no es una la cucaracha común: es, en concreto, la cucaracha silbadora o cucaracha gigante de Madagascar, un invertebrado de color negro y marrón con una longitud cercana a la de nuestro dedo índice que, cuando percibe, silba al dejar pasar el aire a través de unos agujeros que tiene en su espalda. Estos insectos, en las manos adecuadas, son aptos para las tareas indicadas si se modifica su organismo con un sistema que permite controlar sus patas de forma remota. Se logra mediante una especie de mochila que se coloca a los insectos sobre su caparazón y se conecta a su sistema nervioso.

Con energía solar

El dispositivo se alimenta con una pequeña célula de energía solar y, si le enviamos impulsos eléctricos, puede hacer que la cucaracha se desplace hacia donde queramos. Esta circunstancia, nos permite, por ejemplo, que si el insecto es obligado a desplazarse hasta un campo de cultivo donde sospechamos que puedan estar presentes otros animales que constituyan una plaga, emita silbidos y nos alerte. También, si en el marco de una misión de rescate localiza a las víctimas, hará exactamente lo mismo. En suma, un gran avance que va a cambiar la imagen que tenemos de las cucarachas.