Los espacios públicos se han llenado de cargadores y puertos USB: aeropuertos, metros o centros comerciales. Lo que la gente desconoce es que también son la puerta de entrada a todos tus datos. Y un caballo de Troya para los ciberdelincuentes.
Las autoridades de gran cantidad de países, así como el FBI, alertan cada año de los riesgos a los que te expones cargado tu teléfono o portátil en espacios abiertos mientras la gente vive totalmente ignorante de esta amenaza. Es una práctica que se conoce en ciberseguridad como "juice jacking" y consiste en manipular las estaciones de carga y utilizarlas como conducto para robar información de usuarios desprevenidos mediante malware.
El juice jakink, el gran peligro para la seguridad de los usuarios
En muchos aeropuertos y estaciones de metro, hay estaciones de carga gratuitas con puertos USB. Sin embargo, estos puertos pueden ser modificados para inyectar malware o robar datos del dispositivo conectado. Al enchufar tu móvil a estos puertos, los hackers pueden acceder a tu información personal, desde fotos hasta contraseñas.
Uno de los casos más sonados de ‘juice jacking’ ocurrió en Los Ángeles en 2019, donde las autoridades advirtieron sobre esta táctica en lugares públicos. Los ciberdelincuentes aprovechan estas estaciones para infectar dispositivos con programas maliciosos que roban datos en segundos.
De esta manera, pueden inutilizar tu teléfono, robar los datos que hay en él, incluidas contraseñas o acceder a tus cuentas privadas de banca o redes. “Evite utilizar los de aeropuertos, hoteles o centros comerciales”, decía un comunicado del FBI hace unos meses. "Los delincuentes han descubierto formas de usar esos puertos USB públicos para introducir virus en los dispositivos", añadían. En la misma línea se pronunciaba la Comisión Federal de Comunicaciones de EEUU recientemente: “No permita que una carga USB gratuita termine vaciando su cuenta bancaria”.
Cómo protegerse y reconocer los riesgos
Los expertos en ciberseguridad recomiendan evitar conectar el móvil directamente a puertos USB públicos. Es difícil detectar si un puerto está infectado, por lo que la mejor protección es prevenir el riesgo. Se sugiere llevar una batería externa o power bank para evitar depender de estas estaciones. También es importante desconfiar de cables USB de dudosa procedencia y, si se necesita cargar en un lugar público, utilizar cargadores de corriente en lugar de USB.
Las autoridades y los expertos siguen alertando sobre estos riesgos y la importancia de conocer estas tácticas de cibercrimen para proteger los datos personales de todos los usuarios que en mitad de atrafagados viajes usan los puertos USB para cargar la batería de sus móviles. Hay que ir con muchísimo cuidado.