Admítelo: en tu móvil has instalado más de una y más de dos aplicaciones que no has vuelto a utilizar jamás pero que, en un momento determinado, llamaron tu atención y ahí siguen. Si lo has hecho, y seguro que sí, ten cuidado: podrían ser una herramienta que alguna mano aviesa pueda utilizar para robarte contraseñas y otros datos confidenciales.

 

Las aplicaciones más peligrosas

Lo mejor es instalar sólo aquello que sabemos que utilizaremos de manera cotidiana y que procede de un desarrollador conocido y testado. De lo contrario, por útil que nos parezca la aplicación en cuestión, podríamos abrir la puerta a un auténtico caballo de troya. Te detallamos, seguidamente, las aplicaciones potencialmente más peligrosas.

Traductores, gestores de documentos y calendarios

Las aplicaciones de traducción y, en general, cualquier aplicativo que sea capaz de modificar un documento, implica peligros. Si usamos aplicaciones de traducción no validadas para tratar materiales vinculados a nuestro desempeño laboral, podemos llegar a ver cómo se filtran documentos confidenciales que manejamos. Lo mismo sucede con aplicativos que convierten archivos de Word en PDF o cambian el formato de archivos de imagen. Cuidado, pues, porque nunca sabes si almacenan el documento que subes.

Calendarios, sistemas para compartir archivos o de acceso remoto

Las aplicaciones de gestión de calendario pueden revelar a terceros nuestras ubicaciones, la identidad de nuestros contactos y hasta nuestros horarios. Lo mismo sucede con los programas que permiten compartir archivos de manera instantánea. ¿Sabes si guardan lo que subes? Verifícalo antes. Las aplicaciones más peligrosas son, sin duda, las que permiten accesos remotos, pues permiten controlar dispositivos a distancia y, si las que utilizas no están verificadas, pueden convertirse en una puerta perfecta para que un ciberdelincuente acceda a tu teléfono