Las legumbres, fuente de proteínas tradicional de la dieta mediterránea, se cultivan cada vez menos. Lo confirma un reciente estudio elaborado por el grupo operativo Legsapiens del sindicato de agricultores UPA: de las entre 600.000 y 700.000 hectáreas dedicadas al cultivo de legumbres que existían en 2012, actualmente se cultivan menos de 110.000.

 

Judías, habas y lentejas

Según el Ministerio de Agricultura, en 2021 se cultivaban 43.000 ha de garbanzos, 9.300 de judías, 22.000 de habas y 35.000 de lentejas. El retroceso de estos cultivos, que producen un alimento que es una más que interesante (y tradicional) fuente de proteínas es evidente, pero ¿Por qué se produce si en España el consumo de legumbres sigue siendo importante? La generalización de patologías como la celiaquía abre, además, una nueva oportunidad, ya que las harinas elaboradas con garbanzos o lentejas sí que son aptas para quienes la padecen.

Importaciones

 Actualmente, la mayoría de las legumbres que comemos no son de origen nacional. Cada año, llegan unas 150.000 toneladas del exterior, cantidad que supone casi cuatro veces el total de lo que pre produce aquí. Lorenzo Ramos, secretario general de UPA, explica por qué: “ hoy, las legumbres no son un producto atractivo para los agricultores dada su baja rentabilidad”. Esa falta de rentabilidad, indica Ramos, deriva de las importaciones masivas procedentes de México, Argentina, Canadá y USA. Además, hay otro problema: no existen infraestructuras industriales suficientes para procesar la materia prima que se obtendría en el caso de que se cultivasen más. Sólo en la provincia de Lleida, una de las provincias españolas en las que la agricultura tiene mayor peso económico, existen 60.000 hectáreas aptas para estos cultivos, pero los consumidores exigen presentaciones distintas y elaborados (harinas sin gluten, sin ir más lejos) que, hoy, la industria agroalimentaria española no puede ofrecer. Las legumbres, por añadido, son un cultivo que exige menos recursos que otros muy comunes en España como el maíz. En concreto producir un kilo de maíz exige 450 litros de agua y uno de lentejas, sólo 25.  ¿Acabaremos, también con las legumbres, dependiendo de productores foráneos?