Llegó la fecha: este fin de semana, en concreto el 23 de marzo, Barcelona acogerá una manifestación singular: la que ha convocado Econucleares, una asociación de profesionales del sector energético y de ciudadanos anónimos que exigen al Gobierno que abandone su plan de cerrar todas las nucleares antes de 2035. Este 23 de marzo, Econucleares, quiere decir no a un adiós que en otros países de nuestro entorno no se plantea. La manifestación está convocada a las 10.30 h de este 23 de marzo en la Plaza Sant Jaume de Barcelona.
Opinión pública
La asociación Econucleares nació en abril de 2023. Marc Altés, uno de sus fundadores, destaca cuál es su objetivo: “queremos es contribuir a un cambio en la opinión pública, porque lo que se plantea es el cierre prematuro de unas instalaciones que pueden producir mucha energía de manera limpia y barata. Llevamos meses luchando para lograrlo y, ahora, convocamos esta manifestación para decir alto y claro algo que muchos ciudadanos no saben: las centrales se cierran por razones ideológicas, por una decisión política. Seguimos el ejemplo de Alemania, que cerró sus centrales nucleares al mismo tiempo que está explotando minas de lignito pardo y quemándolo en centrales térmicas. Es evidente que la decisión fue política y es evidente, también, que aquí lo es igualmente”. En Catalunya, Ascó I cerrará –si los planes se cumplen- en 2030, Ascó II, en 20232 y Vandellós II, en 2035. Frente a ese calendario ya aprobado, menudean de un tiempo a esta parte voces diversas. Foro Nuclear, la patronal del sector, defiende la continuidad de las nucleares y la oposición también opina de modo distinto a como lo hace el Gobierno de España. En países vecinos como Francia, Suecia, Bélgica o Polonia la energía nuclear se ve de modo muy diferente y la UE la incluye como sistema de producción de energía sostenible. A todos ellos se les suma ahora Econucleares, una asociación ecologista que defiende la energía nuclear en España.
Electricidad limpia
La electricidad que se produce en las centrales nucleares, explica Altés, es limpia y no genera más emisiones que las derivas de la construcción de las instalaciones y de las operaciones auxiliares: “una central nuclear es cara de construir y, al ser instalaciones grandes y complejas, ponerlas en marcha genera emisiones, pero una vez las tienes en funcionamiento generan energía de manera barata y limpia. Por eso la UE considera que la energía nuclear es una energía limpia, ya que no se emite CO2 al producir energía. Los residuos radioactivos, eso sí, debe de tratarse, y eso es algo que se hace con muchísima seriedad, control y eficacia”. Todo esto, junto a muchas otras razones que, consideran ellos, deberían empujar a Sánchez y sus socios a replantear sus decisiones, se explica en una manifiesto que ha elaborado la entidad.
¿Gas?
Desde Econucleares destacan también un hecho: el sistema energético español precisa de una potencia de respaldo que, hoy, las energías renovables no puede ofrecer. Sin nucleares, destaca Altés, esa potencia de respaldo la proporcionarán centrales de gas: “es indiscutible. Hoy ya no tenemos prácticamente térmicas funcionando, porque la mayoría se han cerrado y derribado y no se va a poder hacer lo mismo que en Alemania. Dado que los sistemas de almacenamiento que se precisarían serían muy costosos, está claro que lo que hará el Gobierno cuando cierre las nucleares será utilizar centrales de gas como potencia de respaldo”. ¿Tiene sentido por tanto cerrar las nucleares? Desde un punto de vista político –y desde la posición del Gobierno de España- sí, pero desde un punto de vista económico e industrial, no. “Es una decisión disparatada en términos económicos y el resultado será que se perderán muchos empleos de calidad, que pagaremos la electricidad más cara y que una industria puntera, como es la nuclear española, desaparecerá”, detalla Altés.