La pregunta circula desde hace meses y, mucho más aún, desde que en China se utiliza ya la IA para estos menesteres –aunque como herramienta de asistencia, sea dicho- ¿llegará algún momento en Occidente en el que se utilicen herramientas de Inteligencia Artificial para impartir justicia? El caso de China tiene ahora otro ejemplo similar y este, ciertamente, occidental del todo: Brasil. Allí, la administración de Justicia tiene decidido ya utilizar inteligencia artificial generativa.
¿Cómo lo usarán?
De momento, sólo para “agilizar el proceso de análisis y selección de demandas” y no con ChatGPT, pero sí con un aplicativo que desarrollará OpenAI para tal fin. Con ello, el ministerio de justicia brasileño (Ministerio da Justiça e Segurança Pública) espera “reducir y frenar pérdidas económicas judiciales”. ¿Cómo? Atendiendo antes demandas que se eternizan y condenan al Estado sin que éste pueda recurrirlas. Sólo en 2025, calcula que gastarán más de 12.000 millones de euros en tales pagos. Con la herramienta de OpenAI, el Estado Brasileño espera localizar e identificar las causas que están a punto de vencer para abordarlas y evitar que caduquen, lo que beneficia al demandante y perjudica al Estado.
Nada de juicios
En sí, lo que en Brasil se abordará mediante IA es un simple proceso administrativo, no un juicio en sí. Las fantasías distópicas, de momento, parecen lejos pero, en un futuo no muy lejano, a lo mejor hasta lo que planteaba John Wagner en Juez Dredd puede acabar pareciendo mejor idea que lo que medio se vislumbra.