La tecnología revoluciona todos los ámbitos de la vida y, en un país como el nuestro, es evidente que más pronto o más tarde iba a llegar a bares y restaurantes, locales en los que nos divertimos, nos relacionamos y compartimos. Según la Confederación Empresarial de Hostelería, el 83,5% de nuestros hosteleros ha incorporado herramientas digitales su día a día.
¿Qué utilizan?
Lo más visible para el profano son las tablets que han sustituido a las clásicas libretas en las que se anotaban las comandas, pero la cosa va mucho más lejos: bares y restaurantes utilizan aplicativos informáticos para contratar empleados, planificar horarios y gestionar recursos y emplean, también, las redes sociales para darse a conocer. De la prensa escrita casi se han olvidado y hoy, prácticamente, sólo confían en la publicidad on line y, esporádicamente (aperturas, sobre todo) en buzoneos, pero cada vez menos.
Cartas virtuales
Las cartas virtuales son otra de las herramientas estrella. Llegaron con la pandemia y, hoy, parece que ya forman parte del ecosistema: son limpias, son más baratas y otorgan una imagen de modernidad. Con todo, muchos nos vemos incapaces todavía de echar mano del lector de QR cuando vamos a nuestro bar o nuestro restaurante favorito y preferimos que el camarero nos cante, una por una las especialidades, pero parece una batalla perdida. Están también muy de moda los programas de gestión integral diseñados específicamente para el sector hostelero y, quie nadie lo olvide, los robots que sustituyen a los camareros de toda la vida: empezaron apareciendo como una muestra de modernidad –casi eran un atractivo añadido- en los restaurantes orientales y, ahora, amenazan con dejar en sala al maître y a un ayudante. Con todo, y vistos los problemas que en el sector se viven para encontrar mano de obra cualificada, motivada y profesional, quizá son una solución óptima porque, que nadie lo olvide, es mil veces mejor una máquina mediocre que un mal camarero.