Mientras que en España (y sólo a medio gas) la única mina de carbón subterránea que funciona es el pozo Nicolasa de Mieres (explotado por la empresa pública Hunosa),  en el Reino Unido se preparan para volver a explotar su carbón. Será, en concreto, nueve años después de que Kellingley, el último pozo vertical que funcionaba en el Reino Unido sellase para siempre su caña.  Será en Cumbria, donde las últimas minas cerraron a mediados de los 80. Allí, en Whitehaven, el carbón del subsuelo volverá a explotarse gracias a un proyecto que empezó a diseñar en 2014 el ingeniero Mark Kirkbride y al que el gobierno británico  dio vía libre a finales de 2022. Los ecologistas, sin embargo, lo cuestionan.

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Woodhouse Colliery

Woodhouse Colliery, que así se llamará la explotación, espera extraer y procesar 2,5 millones de toneladas de carbón al año cuando, dentro de un lustro, alcance la producción máxima prevista. La mina empleará a 500 personas, generará 1600 empleos indirectos, aportará 2.000 millones de euros al PIB británico y el carbón que se extraiga de ella se destinará a usos siderúrgicos. La previsión es que la Woodhouse Colliery y la empresa que la explotará, West Cumbria Mining, funcionen durante medio siglo y las labores alcancen una profundidad máxima de 500 metros. El diseño de la explotación, respetuoso con el entorno, contempla estructuras que cubrirán completamente las zonas de proceso de carbón y una galería subterránea que conectará la mina con estación ferroviaria de mercancías de Mirehouse. Bajo tierra, se utilizarán rozadoras y cintas transportadoras que trasladarán el carbón a la superficie sin generar polvo, ruido o impactos visuales negativos. Michael Gove, Secretario de Estado de Igualdad Vivienda y Comunidades, informó este 7 de diciembre del visto bueno definitivo del Gobierno y animó a los promotores a encarar la siguiente etapa del proyecto para que la que ya se considera la mina más moderna del mundo empiece a generar empleo y riqueza. En Gran Bretaña, en concreto en la villa galesa de Aberpergwm , funciona otra mina, esta a cielo abierto que produce 2 millones de toneladas al año y emplea a casi 200 personas.

Oposición

La nueva mina se ha diseñado para abastecer de carbón a la industria británica del acero, pero la asociación Friends of the Earth argumenta que tal objetivo carece de sentido pues, desde el Gobierno, se ha planteado que en 2035 el acero se produzca en Gran Bretaña con hornos de arco eléctrico, que no precisan de carbón, en lugar de con hornos altos. “El dato abre un enorme vacío en los argumentos del Gobierno para apoyar la mina de Cumbria”, explica Tony Bosworth, portavoz de la entidad. Desde el Partido Conservador (Conservatives), son claros: “los argumentos económicos a favor de la mina son tan sólidos como siempre porque se crearán 500 empleos y el carbón no se destinará sólo a la industria siderúrgica británica, sino a toda la industria siderúrgica mundial, porque el carbón que se producirá es de calidad y competitivo”. Los promotores del proyecto siguen a lo suyo y, con todos los permisos en regla, han iniciado ya los trabajos previos y planean empezar ya con las obras de las principales instalaciones durante este 2024.