Una de las pocas centrales térmicas que funcionan actualmente en España y no tiene fecha de cierre es la térmica de Aboño, en Asturias y, para ella, la empresa propietaria (EDP) ha trazado un plan de futuro que contempla convertirla en un centro de producción de hidrógeno verde.

Central térmica de Aboño
 

¿Cómo van a hacerlo?

De momento, disponen de 210 millones de euros y, con ese dinero, EDP pretende activar electrolizadores con una potencia equivalente a 150 megavatios. Actualmente, la central produce energía mediante la combustión de carbón importado, ya que el poco carbón que se extae en Asturias de destina de manera íntegra a la central de La Pereda, propiedad de Hunosa.

En 2026

Si el proyecto no se frustra, los electrolizadores previstos podrían estar funcionando en 2026. Justo un año antes, en 2025, EDP pretende sobre el papel dejar de producir energía eléctrica con carbón pero, visto que en los planes de la eléctrica no figura el cierre y posterior desmantelamiento de Aboño, la única salida es activar un proceso de reconversión como el que se plantea con los electrolizadores como protagonistas. EDP preende transformar sus centrales térmicas en lo que denomina nodos verdes y concentrar en ellas sistemas de producción de hidrógeno verde e infraestructuras de almacenamiento energético

EDP

Energías de Portugal, que eso significan las siglas EDP, en propietaria en España de diferentes centrales hidroeléctricas situadas mayoritariamente en Asturias, de las centrales térmicas asturianas de Aboño y Soto de Ribera y de la central nuclear de Trillo, en Guadalajara. Ocupa a más de 1.500 personas