El bombeo inverso es uno de los sistemas de producción eléctrica verde más sencillos y menos explotados en nuestro país, pero las grandes eléctricas ya empiezan a pensar en él como en una posibilidad. Es, de largo, el sistema más eficiente para almacenar energía a gran escala y, además, aporta estabilidad al sistema eléctrico. Por eso, al menos en Iberdrola, ya cuantifican incluso capacidades.

 

¿Qué tenemos?

España dispone hoy de 5.000 MW de potencia instalada en sistemas de bombeo y, según Iberdrola, existe potencial para construir 10.000 MW más que generarían energía a entre 150 y 500 euros por kW. Para ello, basta con modificar las centrales hidroeléctricas de turbinado existentes para que sean reversibles. Una inversión de 8.000 millones de euros bastaría para lograrlo en un plazo de ocho años. Mientras las obras se ejecutan, cada año se emplearía a más de 100.000 personas.

Rápido y barato

Las opciones para articular nuevas instalaciones de bombeo son, principalmente, dos: la primera, ya indicada y en la que piensa Iberdrola, es reconvertir centrales hidroeléctricas existentes equipándolas con turbinas reversibles de velocidad variable. La otra es crear complejos formados por dos embalses en los que la energía se genera mediante el movimiento de masas de agua entre espacios situados a diferente altura. De las dos, la primera es la más sencilla.