¿Qué se puede hacer con dos millones de botellas de plástico? Pues con inventiva, muchas cosas y; de eso, de inventiva; andan sobrados en San Vicente del Raspeig, la población alicantina en la que la empresa Ecocero recicla el plástico de las botellas y lo convierte en paneles de aislamiento acústico que, además de útiles, son decorativos.
Cinco años de historia
Ecocero nació en 2017, trabaja junto a la Universidad de Alicante para desarrollar nuevos productos y, de cada 75 botellas que recicla, obtiene material suficiente para obtener un metro cuadrado de panel amortiguador del ruido. Trabajan, además de con catálogos, bajo pedido y diseñan proyectos específicos para sus clientes más especiales. Los paneles son además muy fáciles de usar: se pegan directamente a techos y paredes.
Cuatro mil metros de instalaciones
Sus instalaciones ocupan hoy unos 4.000 metros cuadrados y, en ellos, fabrican también espuma acústica de celda abierta, perfecta para reducir la reverberación en cualquier estancia. De momento, han trabajado para estudios de televisión, oficinas, entidades como la Fundación Josep Carreras o centros sanitarios como el Hospital de la Paz, equipamiento para el que diseñaron unos paneles especiales decorados y personalizados. La próxima vez que bebas agua, piensa en lo mucho que puede dar de sí esa botella que, esperamos, seguro que reciclas debidamente.