Hay un tebeo, titulado Paracuellos y obra del gran Carlos Giménez, que retrata la difícil España de la posguerra desde los ojos de aquellos niños que vivieron en hospicios e incluye una frase que siempre me ha encantado: “Me pido lo pocho”. De hecho, no es más que algo que hemos hecho todos en algún momento cuando, comiendo fruta y sin haber bastantes piezas para los que estuviesen en la mesa, hemos querido dejar a los pequeños de la casa lo más agradable a la vista. Mi abuela, que este 29 de noviembre hubiese cumplido 96, lo hacía y yo lo he hecho también algunas veces pero, en aquel tebeo, quien lo decía lo hacía por simple necesidad. Ahora, en concreto desde hace casi tres años, una empresa de Lleida llamada Talkual ha encontrado, precisamente, su modelo de negocio en toda esa fruta que se desecha por su forma o las marcas que la afean.

 

Naturalmente imperfectos

Es su lema y resume bien lo que hacen porque la fruta de verdad no es tan perfecta y armónica en sus proporciones y aspecto como la que encontramos en los lineales de los supermercados. Junto a esas manzanas, ciruelas, peras y melocotones de formas casi idénticas y sin máculas visibles, nuestros campos producen toneladas de fruta que no cumple con los requisitos estéticos cada vez más estrictos que imponen los mayoristas y que, normalmente, acaban en las plantas de concentrados y cremogenados con los que se elaboran zumos, compotas y mermeladas. Eso, claro, si hay suerte, porque otras veces, simplemente, se destruye. Ahora, Talkual compra toda esa fruta y verdura imperfecta y la comercializa en cajas que llegan directamente al consumidor.

Casi un millón de kilos

Durante los casi tres años que llevan trabajando, en Talkual han comercializado 825.000 kg de fruta y verdura de estética no convencional. Lo hacen en cajas que se pueden comprar en su página web y que llegan directas a domicilio: la de 7 kg sale por 19,95 euros, la de 10 kg por 24,95 y la de 15 kg, por 31.95. Con la fruta y verdura frescas a precios cada vez más altos en los supermercados estamos, sin duda, ante una opción a tener en cuenta.