Entre las ventajas que pueden encontrar las pequeñas y medianas empresas al invertir en el desarrollo tecnológico y, especialmente, en IA existen cuatro principales. Mediante herramientas de este tipo, las pymes pueden reducir costes y ser más eficaces en su desempeño cotidiano.
Análisis de datos complejos
Las empresas, también las pequeñas y medianas, manejan cada vez un volumen de datos mayor que, si no se gestiona como es debido, no se convierte en conocimiento aplicable para agilizar los procesos de toma de decisiones. Mediante herramientas de IA es posible procesarlos, extraer información relevante y generar pronósticos y recomendaciones para la toma de decisiones. La velocidad de proceso (y, también, la neutralidad a la hora de presentar los pronósticos elaborados a partir de ellos) figuran entre las ventajas principales que ofrecen las herramientas de IA.
Productividad
La inteligencia artificial ofrece la posibilidad de realizar las tareas de una manera más rápida, con una mayor precisión y sin fatiga, factores que aumentan el rendimiento y la competitividad de las empresas. Esto permite ver a esta tecnología como una gran aliada de la reducción de la jornada laboral y el incremento de la productividad, que se define como la cualidad q1ue permite completar un mayor número de tareas en un tiempo menor.
Disponibilidad
Los sistemas de IA pueden estar disponibles las 24 horas del día, los 7 días de la semana, lo que permite a las empresas. Hoy, casi ocho de cada diez interacciones de clientes con sus empresas proveedoras de servicios podrían realizarse sin que intervengan operadores en ellas gracias a herramientas de IA.
Experiencia del cliente
La personalización, anticipación de las necesidades y la resolución de incidencias experimentadas por los clientes de una forma rápida y satisfactoria, son posibles gracias a la incorporación de la automatización. La implementación de IA permite reducir costes asociados con el servicio al cliente y el soporte técnico al automatizar tareas repetitivas y rutinarias.