Septiembre, especialmente la segunda quincena, es el mes en el que la mayoría de la población vuelve al trabajo, lo que implica en muchas ocasiones un uso del móvil todavía más intensivo que lo habitual.  Con ello, la desagradable sensación de quedarse sin batería es más habitual que nunca y, por eso, cada vez son más los usuarios que no salen de casa sin un powerbank encima. Aún así, existen soluciones para racionalizar el consumo de energía que genera el móvil.

 

Las aplicaciones que más consumen

Los sistemas de mensajería instantánea como Whatsapp o Telegram y, también, las redes sociales como Instagram o Facebook exigen conexión a Internet constante y desarrollan trabajo en segundo plano durante prácticamente todo el tiempo. El GPS, las aplicaciones de vídeo y, también Gmail (que se sincroniza cada pocos minutos) acaban también con altos porcentajes de batería. Las aplicaciones de streaming también tienen una elevada exigencia de energía.

Racionalizar

La solución a esta situación, por supuesto, es racionalizar el uso de las aplicaciones que más consumen. Conviene, por tanto, desinstalar toda aplicación que no sea imprescindible o, en su defecto, inhabilitarlas durante los períodos en que no tengas claro que vayas a necesitarlas. Los sistemas de localización GPS, por ejemplo, no tienen por qué estar activados de manera constante. Si no quieres cargar con un powerbank y detestas quedarte sin batería, elimina o inhabilita todo lo que no sea imprescindible para el funcionamiento del sistema. Los móviles disponen de una utilidad que repasa las aplicaciones instaladas y comunica al usuario cuántas veces se ha usado cada una de ellas en los últimos días. Emplearla una vez a la semana es una buena costumbre, justo igual que reiniciar el celular cada siete días. Si lo haces, verás que todo funciona mejor, se bloquea menos y su respuesta es mucho más rápida.