La antigua URSS era, al tiempo, tierra de exuberancia tecnológica en ámbitos como el nuclear, el espacial o el de la industria pesada y de escasez en lo cotidiano. En la mayoría de los casos, esta particular dicotomía se solucionaba con ingenio y ese, por ejemplo, fue el caso de los vehículos de competición: sin una industria automovilística como la de Alemania, Italia o Estados Unidos, los soviéticos no se resignaban a quedarse sin rallies o carreras de turismos en circuito y superaban la dificultad que suponía conseguir recambios de competición con ingenio. Las llantas, que se usaban, por ejemplo, eran de helicóptero y superaban en prestaciones a las que se utilizaban en Europa Occidental.

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Los coches eran un artículo de lujo

Como en la España de los 50 y los 60, los coches no eran en la URSS un bien de consumo al que se pudiera acceder sin pasar antes por una lista de espera. En la URSS, con todo, el proceso era más complejo, porque la producción de la industria automotriz local no cubría la demanda ni de lejos. El tiempo de espera podía, sin problemas, superar los diez años y el mercado de recambios era muy limitado. Con coches que, de serie, montaban llantas de acero, competir con garantías era casi imposible y, por eso, los pilotos recurrían al contrabando o a la inventiva. Y, ahí, precisamente, es donde entraron en juego los helicópteros y los vehículos blindados porque, si algo sabían hacer bien en Rusia, era fabricar vehículos militares.

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Llantas muy ligeras

Tanto los blindados como los helicópteros rusos de la época montaban llantas de aluminio o magnesio ligerísimas que, muy pronto, se convirtieron en objeto de deseo de los pilotos y las escuderías que funcionaban.  Las más utilizadas fue la K2-116, diseñada en origen para los helicópteros Mi4 y Mi8 y, también, para los aviones Antonov An-28 o Ilyushin il-18. Eran llantas modulares de 14x9 pulgadas que pesaban unos 8 kg por unidad frente a los, por ejemplo, 10 kg que pesa hoy la llanta de aleación de un Porsche 911 GT3. ¿Consiguieron algo importante gracias a estas llantas los pilotos soviéticos? En realidad, no, pero es que el Campeonato del Mundo de Rallies data de 1973.  Tuvieron, eso sí, su propio campeonato de Fórmula 1 en los años 60 y 70.