La fábrica de papel que Ence mantiene en Pontevedra continuará con sus actividades industriales hasta, como mínimo 2073. Así lo ha decidido esta semana la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo, que ha estimado los recursos que Ence y otros organismos plantearon contra la anulación de la prórroga que, 2016, el Gobierno que presidía Mariano Rajoy concedió a la empresa para que siguiera ocupando la franja de dominio público marítimo en la que se ubica la planta, inaugurada en 1963 y que hoy da empleo directo a unas 800 personas en una ciudad, Pontevedra, que no pasa de 85.000 habitantes.

¿Por qué se anuló la prórroga?
Con esta decisión, el Supremo invalida tres sentencias previas de la Audiencia Nacional que anulaban la prórroga concedida durante los años de gobierno de Rajoy y daban la razón al Ayuntamiento de Pontevedra, Greenpeace y a la autodenominada Asociación Pola Defensa da Ría.
En las sentencias citadas, el tribunal argumentaba que era necesario que se justificase que las instalaciones para las que se había acordado la prórroga no podían tener otra ubicación y señalaba también que, según pruebas periciales; aunque el agua dulce es, en un determinado volumen, recurso necesario e imprescindible para el proceso productivo de las plantas de pasta de papel y es necesario también la presencia de espacios hídricos para realizar vertidos, no hay nada que indique que sean fábricas que deban ubicarse en espacios como el que ocupa Ence Pontevedra, un requisito que exige la Ley de Costas de 1988 para autorizar prórrogas como la concedida. La empresa, en 2014, cerró en Huelva una fábrica y 2.500 personas perdieron su empleo. Desde la empresa, se argumentó que la normativa sobre renovables disparó los costes de una planta que, además, estaba lejos de territorios con masas forestales capaces de cubrir su demanda.
¿Por qué se autoriza ahora?
Desde el Supremo, se entiende que las concesiones anteriores a Ley de Costas de 1988 (la fábrica se inauguró en los años sesenta) se pueden prorrogar si, como es el caso, existen informes de impacto ambiental favorables y aunque no se demuestre que la ubicación en terrenos de dominio público marítimo es imprescindible. Desde la Xunta de Galicia se valora positivamente la continuidad de un planta que se considera clave para el futuro de la zona y que, además, funciona en más de un 80% con energías renovables ya que, además de papel, Ence produce energía con biomasa forestal en sus centrales de Huelva, Puertollano, Mérida, Ciudad Real y Lucena.