El cierre de la central térmica de Andorra y el de las minas de lignito que la abastecían ha supuesto un durísimo golpe para la economía aragonesa que, ahora, Endesa y el Gobierno quieren atenuar con inversiones en la zona. Hablan, en concreto, de unos 1.500 MEUR que permitirían construir nuevas plantas eólicas y solares apoyadas por sistemas de almacenamiento en baterías en la provincia de Teruel que servirán para producir hidrógeno verde. Al tiempo, anuncian también ayudas para sistemas de autoconsumo y otros proyectos paralelos en sectores como el de la biomasa, la agricultura y la logística. ¿Servirá para recuperar los más de 600 empleos directos que las minas y la térmica generaban hace diez años y los miles inducidos que se perdieron? Veremos, pero lo cierto es que gran parte de estos proyectos se desarrollarán en los terrenos de la antigua térmica, demolida ya en gran parte.
A través de una filial
El desarrollo de todos estos proyectos será pilotado por la filial de Endesa Enel Green Power y comportará el desarrollo en la provincia e Teruel de diferentes planes de capacitación. Se habla, en concreto, de hasta 6.300 empleos inducidos por los nuevos proyectos, pero la cifra directa se queda en 370, según Endesa. Las plantas solares previstas son siete y las eólicas, siete más. Todas ellas están asistidas por dos plantas de almacenamiento en baterías, un electrolizador que producirá hidrógeno verde y, también, un centro de fabricación de electrolizadores. La potencia total instalada será de 1.800 MW, lo que supone 700 MW más que los que producía la térmica.
Por toda la provincia
Los parques solares y eólicos se distribuyen por todo Teruel: hay previstas plantas en Albalate del Arzobispo, Híjar, Samper de Calanda, Alcañíz, Alcorisa, la Puebla de Híjar y la propia Andorra, entre otros. Para los terrenos de la antigua térmica se reserva una fábrica de dispositivos para energía solar que se espera genera 40 empleos y en la Puebla de Híjar la empresa de prefabricados Pretersa ampliará sus instalaciones para atender las necesidades que van a generar todos los proyectos activados. A medio plazo, Endesa indica que pretende instalar en la provincia de Teruel un centro de fabricación de electrolizadores, una planta de reciclaje de turbinas eólicas y una planta de procesado de astillas para biomasa que utilizará parte de las antiguas naves de la central como almacén. Para capacitar al personal que se necesitará, se impartirán 300.000 horas de formación a los parados de la provincia. Mientras, Andorra, que tenía 8.898 habitantes en 1988, mantiene hoy unos 7.300 y sigue bajando. En Utrillas, la otra gran capital minera turolense, los 4.600 vecinos de 1981 son hoy 3.000 y en Escucha, donde también hubo térmica y minas, sólo quedan 800 vecinos de los 1.500 que había a principios de los 80. Diga lo que diga Endesa, 370 empleos fijos son muy pocos para reemplazar a más de 600. Lo más curioso de todo es que, ayer mismo, el especialista en energías Ramón Roca saludaba todas estas inversiones en un rotativo especializado en la materia con un “así se hace la transición justa”. En fin…..