Lo dice Radia Perlman y no nosotros: el blockchain, más que una tecnología, ha sido hasta la fecha una herramienta de marketing que algunos han utilizado en su beneficio y a la que, señala, “no hay que prestar demasiada atención? Perlam, ingeniera de redes y creadora de software y es conocida por haber desarrollado el protocolo Spanning Tree (STP), que permite que la red Internet funcione tal y como lo conocemos, ya que posibilita que la información se transmita a través de enlaces redundantes incluso cuando un enlace principal falla. Por tanto, lo que dice conviene tenerlo en cuenta.

radia perlman

Los sistemas centralizados también tienen ventajas

Fue, en concreto durante el Simposio Internacional sobre Avances de Blockchain que se celebra en Singapur estos 1 y 2 de diciembre y dentro de un discurso que pocos esperaban pero que podía intuirse, ya que llega tras la bancarrota de FTX y BlockFi: para Perlman, se parte de un error, ya que no es cierto que los sistemas centralizados (los de los bancos estatales) sean malos de por sí y los descentralizados (el blockchain) sean óptimos. Las cadenas de bloques vinculadas a los Bitcoin, recuerda, “se crearon para evitar tener que usar para las transacciones los sistemas de organizaciones gubernamentales o entidades financieras y, aunque estos sistemas puedan ser a veces corruptos, tienen sus usos”. Los sistemas descentralizados, detalló, “pueden generar muchos problemas”. Y, sí, se ha visto. Por todo ello, Perlman aconseja que no se preste demasiada atención al blockchain ya que, considera “es un término propio del márketing y no una tecnología, ya que no es diferente de una base de datos y, habitualmente, es difícil de usar”.

Antiblockchain

Los últimos acontecimientos dan la razón a Raida, que se define como “antiblockchain” y recomienda prestarle sólo la atención justa. Que esta supuesta tecnología haya permitido trabar lo que, a todas luces, es una nueva estafa piramidal (sí, FTX) algo tiene que ver. Perlman considera también que Internet debe arreglarse, porque los algoritmos actuales provocan la polarización del contenido y permite a los extremistas conectarse entre sí. Sobre su protocolo, el STP, admite que fue importante, pero se quita mérito: si no hubiese sido ella, lo habría hecho otra persona. Humilde y, sin duda, sensata. Y con 70 años. ¿Alguien duda todavía de lo mucho y bueno que pueden aportar los que pasan de los 50?