Todos, gracias a la labor didáctica impulsada desde la UE y otros organismos sabemos qué es la economía verde, pero existen economías de más colores como, por ejemplo, la azul, que pretende, explican sus impulsores “fomentar un nuevo sistema de intercambios en el que el mar es protagonista y que se aleja del concepto de usar y tirar”. El concepto no es nuevo, además, data de 1994, el año en que el economista belga Gunter Pauli publicó La Economía Azul, en el que detallaba los principios de un sistema que se destaca como un método de producción e intercambios en el que el medio ambiente y los ecosistemas se respetan. Una delegación de la Generalitat y el Puerto de Barcelona ha visitado este mes de junio Quebec, territorio líder en esta nueva manera de entender las relaciones entre el hombre y los recursos.
La definición del Banco Mundial
La definición del Banco Mundial es clara: la economía azul es aquella que implica un uso sostenible de los recursos oceánicos para el crecimiento económico, la mejora de los medios de vida y el empleo, al tiempo que se preserva la salud del ecosistema”. Así, la economía azul enfoca de una manera diferente el desarrollo económico, el emprendimiento sostenible y las innovación. Algunos de estos fundamentos se basan en las leyes de la física, la idea de hacer más con menos, de aunar riqueza con diversidad, ver los residuos como recursos y, en definitiva, la simbiosis de todo el sistema a nivel global.
El ejemplo de Quebec
Uno de los mejores ejemplos de puesta en práctica de esta teoría es la región canadiense de Quebec, que ha sido visitada este mes por una delegación de la Generalitat de Catalunya y del Puerto de Barcelona para activar proyectos conjuntos y alianzas. Así, el viaje permite conocer nuevos métodos de pesca sostenible y gestión responsable del litoral
La delegación catalana visita el Puerto de Halifax (Nueva Escocia) y su centro de innovación, The Pier, centrado en el desarrollo de soluciones logísticas. Además, el grupo visita también el Centre for Ocean Ventures an Enterpreneurship, que acoge sesenta empresas tecnológicas. También forma parte de la visita Montreal, la que se considera capital mundial de la IA aplicada a la economía azul. ¿Será azul el futuro del litoral catalán?