El hidrógeno es el elemento químico más abundante de la naturaleza, así como una poderosa fuente de combustible que, en lugar de producir dióxido de carbono, libera agua en forma de vapor, por lo que es una energía limpia. Sin embargo, la dificultad en su obtención ha llevado a clasificarlo según su sostenibilidad: El hidrógeno gris, el más común actualmente, es el menos respetuoso con el medio ambiente, ya que su producción sigue depende de combustibles fósiles. El hidrógeno azul, aunque también requiere de combustibles fósiles, emite menos carbono y el rosa procede de electricidad generada mediante reactores nucleares. La opción más ecológica es el hidrógeno verde, producido a partir de energías renovables que se erige como una alternativa 100% sostenible a los combustibles fósiles; no obstante, su obtención sigue siendo difícil y costosa, por lo que aún es escaso en el mercado. Con todo, España, Estonia, Francia, Alemania, Italia, Eslovaquia y Países Bajos impulsan inversiones de la mano de la UE para que este combustible se convierta en la respuesta sostenible que necesita el sector del transporte.
1400 millones
Así, la UE ha aportado a todos estos países apoyos financieros equivalentes a 1400 millones de euros para activar el Proyecto Importante de Interés Común Europeo (PIICE) ‘Hy2Move’ y promover la cadena de valor del hidrógeno en movilidad y transporte. Este esfuerzo forma parte del compromiso europeo con el Pacto Verde Europeo, y la ley climática 'Fitfor 55', que busca reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 55% para 2030, y hacer que la Unión Europea sea climáticamente neutra para 2050. “El hidrógeno verde se presenta como la única solución viable y eficiente para reducir las emisiones de CO₂ en el sector del transporte.”, declara Ana Solá, CEO de la consultora de movilidad y transporte sostenible CINESI. “La apuesta de la Unión Europea por el proyecto ‘Hy2Move’ es un paso fundamental hacia un futuro más limpio y sostenible. La financiación y el desarrollo de infraestructuras son esenciales para hacer del hidrógeno una realidad en nuestro día a día”, añade también.
Inversiones en España
En España, diferentes empresas e instituciones están ya implicadas en este plan. En Catalunya, por ejemplo, la Generalitat se implica en los proyectos que tienen al hidrógeno como protagonista y firmas como Volvo han mostrado su compromiso con la sostenibilidad mediante la adquisición de tres concesionarios enfocados en la tecnología del hidrógeno. Además, Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) acaba de anunciar hace unos meses la compra de 36 autobuses de hidrógeno, consolidando su apuesta por un transporte público sostenible. Hasta Talgo substituía hace pocos meses uno de sus trenes de larga distancia por uno con sistema de propulsión por pila de combustible de hidrógeno y baterías. Sin embargo, para que una adopción creciente de esta fuente de energía sostenible sea posible, las infraestructuras son clave. Actualmente, en España existen doce hidrogeneras privadas y ocho públicas en funcionamiento, con otras doce en construcción. Extremadura está trabajando para albergar la primera hidrogenera del mundo destinada a trenes de alta velocidad .Además, la logística para el transporte de hidrógeno está avanzando gracias a diversos estudios que analizan su distribución a través de puertos y áreas industriales costeras. El tiempo dirá si el hidrógeno es una respuesta adecuada o se queda en una simple gran esperanza.