La orografía de la península, rodeada de aguas muy profundas a escasa distancia de la costa, lastra el desarrollo de parques eólicos marinos tradicionales (sustentados en cimentaciones), pero no imposibilita trabajar con otro modelo de explotaciones: los parques eólicos flotantes. En España existen ya 15 proyectos de este tipo según informa la Asociación Empresarial Eólica, la patronal del sector.
Pendientes de permisos
Se trata, en todos los casos, de proyectos que se encuentran en sus fases iniciales y están pendientes, entre otros trámites, de finalizar los plazos preceptivos de consulta pública, pero las empresas necesitan un apoyo más decidido del Ministerio, que no ha aprobado todavía una regulación que se necesita y llegará, como muy pronto, en 2023. Si no es así, las previsiones del sector, que espera tener activos los primeros parques eólicos flotantes en 2029, se frustrarán. Para 2.030, España necesita producir entre 1 y 3 gigavatios mediante parques solares flotantes si queremos ver cumplido lo que se fija en la hoja de ruta que trazó el año pasado el Ministerio de Transición Ecológica.
Seria alternativa
Los parques eólicos flotantes permiten a las promotoras alejarse de las playas y reducir el impacto paisajístico al tiempo que posibilitan desarrollos de mayor envergadura y más productivos, ya que, mar adentro, los vientos son más fuertes y aptos para la generación eléctrica. De los 15 proyectos contabilizados, ninguno dispone todavía de estudio de impacto ambiental (el trámite se acomete después de la consulta pública) y, aunque se da por hecho que no todos los proyectos se ejecutarán, la cifra demuestra que la eólica flotante es the next big thing si hablamos de energía y estamos en España.