Los japoneses disponen de satélites sostenibles fabricados en madera y aluminio y España, más en concreto la empresa vasca Added Value Solutions, también dispone de uno. Se trata del LUR 1 y está se ha lanzado al espacio este mes de agosto (día 17) gracias al Cohete Space X de Elon Musk.

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Tres años de trabajo

El LUR 1 pesa 57 kilos, se ha diseñado en el Parque Tecnológico de Miñano (Álava) y orbitará a 500 km de la Tierra para capturar imágenes de alta definición que permitirán estudiar el litoral del País Vasco, monitorizar ríos o plagas y optimizar la distribución de cultivos. Es, en sí, una pieza más de la revolución tecnológica que está viviendo la agricultura, pero tiene una ventaja: incluye un dispositivo que facilitará su recuperación cuando la misión para la que ha sido creado acabe. Ese dispositivo, denominado MICE es un asidero que permite capturar el ingenio mientras orbita y trasladarlo a la atmósfera para que se desintegre.

Basura espacial

Este tipo de mecanismos permiten luchar de manera eficaz contra un problema, el de la basura espacial, que es hoy ya muy serio: tras más de 60 años de carrera espacial, la cantidad de restos de satélites en desuso y otros artefactos espaciales que orbita en torno a la Tierra crece cada año. Desarrollar el LUR 1 ha costado ocho millones de euros (un 40% son fondos públicos) y la empresa que lo ha diseñado (AVS) procede de Eibar, uno de los centros de la industria vasca de fabricación de bienes de equipo. AVS no es una recién llegada a la industria aeroespacial ya que en 2020 participó en el desarrollo de los equipos incluidos en el rover Perseverance.