Se conceden desde hace una década (la primera edición data de 2014), tienen como objetivo fomentar la economía circular y premian a empresas emergentes. Son los Green Alley Awards, y se han fallado en Londres este 25 de abril. Lamentablemente, la empresa ganadora no es española: el premio se quedó en las Islas Británicas. En esta edición se recibieron 339 solicitudes de toda Europa, lo que representa un 50% más de solicitudes que en la edición anterior y demuestra que los sistemas de etiquetado -a eso se dedica la empresa galardonada- también sirven para luchar contra el cambio climático.
Iniciativa de Landbell Group
El premio, que este año alcanza su décima edición, fue el primero de su tipo en crearse en el continente y es, por tanto, uno de los más antiguos de su clase en todo el mundo. La decisión de lanzarlo la tomó Landbell Group, proveedor británico de de servicios medioambientales, de la mano de OneCrowd, empresa alemana pionera del sector del crowdfunding. Junto a ellos, participa también en el premio Positive News, una plataforma de noticias británica especializada en comunicar noticias de ésas que alegran el día y hacen que, al leerlas, se recupere la fe en el género humano. El jurado, compuesto por ejecutivos del propio Grupo Landbell y expertos externos, ha elegido este año como mejor startup de economía circular a PulpaTronics.
Durante una década, el premio Green Alley se ha mantenido a la vanguardia del apoyo a la economía circular, estableciéndose como una plataforma líder para startups que apuestan por un futuro circular. Landbell Group, proveedor internacional de soluciones integrales de recuperación, consultoría y software para el cumplimiento de la normativa medioambiental y química. Desde su creación, ha concedido más de un millón de euros en financiación. La mayoría de las candidaturas al premio procedían de Alemania (19%), seguida del Reino Unido (16%), Italia (11%) y España (9%). Se presentaron múltiples tipos de soluciones, desde la prevención de residuos (36%) hasta soluciones digitales y de reciclado (ambas con un 32%).
¿Quién es la empresa galardonada?
Pulpatronics, con sede en Londres, desarrolla etiquetas RFID sin chip ni metal fabricadas con papel que resultan compatibles con los procesos de reciclado existentes. En el marco de la ceremonia de entrega de premios, Pulpatronics compitió con otras cinco empresas que presentaron su propuesta de negocio al público y al jurado y se impuso con su solución de inventario. Chloe So, fundadora y consejera delegada de PulpaTronics, así lo resume: "Con nuestra innovadora tecnología láser, se aplica un circuito conductor directamente al papel, lo que simplifica el proceso de fabricación y elimina la necesidad de componentes metálicos y de silicio. Esto reduce considerablemente la huella ecológica de la producción de etiquetas RFID. Utilizaremos el dinero del premio para seguir desarrollando nuestro producto, reforzar nuestra posición en el mercado y participar activamente en una economía circular orientada al futuro." Jan Patrick Schulz, consejero delegado del Grupo Landbell e impulsor de los premios, explica por qué escogieron a la empresa: "PulpaTronics es una solución pionera auténtica en su campo. Lo que nos impresionó especialmente de su tecnología es que ofrece a las empresas una solución más eficiente y preparada para el futuro, reduciendo el impacto ambiental y facilitando el seguimiento de los desechables de papel. Hace diez años creamos el premio Green Alley para promover a las empresas que afrontan los retos de la economía circular. Estamos muy orgullosos de poder apoyar a empresas emergentes innovadoras como Pulpatronics, que pueden contribuir significativamente a la transformación sostenible de nuestra economía y, al mismo tiempo, ayudar a proteger nuestro clima."