La COP27 finalizó sin acuerdos relevantes y ahora, por primera vez en mucho tiempo, la UE se desmarca del fundamentalismo verde y lo hace por boca del vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans: la UE, y así lo ha indicado este alto mandatario comunitario, seguirá quemando carbón y buscando nuevos yacimientos y suministros de gas durante tres años, al menos. Se hará, ha explicado, para ayudar “a los hogares y a la industria” a afrontar la crisis de suministros actualmente en curso. En España, eso sí, seguimos a lo nuestro: las térmicas desmanteladas en su mayoría, las minas cerradas, las nucleares con fecha de cierre y Pedro Sánchez y Teresa Ribera empecinados en ganar a un juego al que, de momento, casi todos lo países desarrollados han dejado de jugar.

 

Sin ambages

Las palabras de Timmermans no llevan a equívocos: “sí, estamos quemando más carbón, estamos buscando más gas natural donde podamos encontrarlo. Pero solo será durante tres años, luego adoptaremos seriamente un cambio e introduciremos más renovables”; señaló Timmermans en una rueda de prensa celebrada durante la COP 27 de Sharm el Sheij. Europa, continuó, “necesita “ alternativas al gas ruso, que subría el 40% de la demanda energética y ante situaciones distintas, está claro, hacen falta soluciones diferentes, porque el dogmatismo no funciona.

África debe buscar su camino

Aunque aconsejó a los estados africanos que no inviertan en soluciones energéticas vinculadas a los combustibles fósiles porque su mercado se reduce, Timmermans remarca que la UE no es quien para decirle a África qué debe de hacer, pero adelantó que la UE está dispuesta “a trabajar” con ellos para “desplegar energías renovables. En todo caso, la situación es clara: la Guerra de Ucrania obliga a replantearlo todo y en España es hora de que alguien se de cuenta.