Con el final de las vacaciones y el regreso a a la actividad, los casos de phishing crecen: el último utiliza un 'gancho' al que pocos pueden resistirse: las facturas pendientes de pago o cobro. Tras momentos de parón laboral, no hay mejor herramienta para tratar de engañar: prácticamente todo el mundo se ha ido de vacaciones con alguna factura pendiente de cobrar o de abonar.
¿Cómo funciona?
La herramienta con la que se accede a la víctima es el correo electrónico. Así, el estafador envía un correo redactado en tono familiar en el que se incluye un botón o un enlace que permite acceder a la una factura pendiente de pago o de cobro que la víctima debe tramitar. Si se comete el error de clicar en el enlace, el hacker ha conseguido su objetivo, ya que se descarga un aplicativo de malware que se instala en el móvil o el ordenador de la víctima.
Objetivo
El objetivo del ciberdelincuente siempre es el mismo: conseguir acceder a datos sensibles del cliente, ya sean direcciones, teléfonos, credenciales de uso o números de cuenta de la propia empresa o de los clientes. La solución es la habitual: revisar cuidadosamente cualquier correo que contenga un adjunto antes de abrirlo. Si hay errores en el redactado o similares, conviene desconfiar, no abrir el correo y bloquear al remitente. El sentido común, siempre, es la mejor vacuna contra los ciberdelitos. Conviene, igualmente, disponer de un antivirus actualizado y, si existen diferentes usuarios que podrían acceder a correos de este tipo, es necesario también formar a todos ellos para que no sean víctimas de este tipo de estafas, que pueden acabar costando mucho dinero a una empresa o a un autónomo. La copia de seguridad es una herramienta que tampoco conviene olvidar: si se dispone de ella, ningún ciberataque ser convertirá en algo demasiado grave.