El glifosato, sustancia controvertida donde las haya que tiene ya reemplazo en forma de herbicidas biodegradables, va a poder seguir usándose durante doce meses más en el territorio de la UE. Así lo ha decidido la Comisión Europea este 5 de diciembre. De este modo, el controvertido producto se podrá seguir utilizando hasta el 15 de diciembre de 2023.

 

¿Por qué el aplazamiento?

Es consecuencia del retraso del informe de evaluación de riesgo que debían de haber entregado ya la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria y la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas. Ambas entidades han anunciado ya que no lo tendrán listo antes de julio de 2023. El glifosato es un herbicida de amplio espectro que elimina malas hierbas y arbustos indeseados y se puede aplicar sobre hojas, inyectarse en troncos y tallos o pulverizarse sobre tocones. Greenpeace y la Organización Mundial de la Salud lo califican como “probablemente cancerígeno para los seres humanos” y, por eso, daban por hecho que se prohibiría este mes. De hecho, habían activado incluso una campaña en redes para impedir este aplazamiento. El glifosato más conocido lo elabora la multinacional Monsanto, se denomina Roundup y data de 1970.

 

¿Hasta cuándo?

La autorización actual para seguir comercializando la sustancia expiraba este 15 de diciembre y la prórroga, para tranquilidad de los ecologistas, no es un visto bueno para su comercialización permanente: es sólo una prórroga que ampara la finalización de las evaluaciones que permitirán tomar una decisión definitiva sobre tan controvertido producto. Desde la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (AESA) se lamenta el retraso y se argumenta que no han podido completar el estudio a tiempo porque la cantidad de información a analizar era “ingente”.