La insuficiente red de puntos de recarga es, para un 52% de los potenciales usuarios de coches eléctricos, una de las tres razones que lastra las ventas de coches eléctricos en España, pero el Gobierno no lo ve así: Sara Aagesen, Secretaria de Estado de Energía, considera que la infraestructura de recarga es “suficiente” para el parque actual “y el que está por venir”.

 

Tres factores

En la presentación del Salón del Vehículo Eléctrico, que se ha celebrado en Madrid del 13 al 15 de septiembre. Su punto de vista contrasta con el que se refleja la reciente encuesta que, entre potenciales usuarios de coche eléctrico, ha realizado Electra, empresa especializada en sistemas de recarga ultrarrápida para vehículos eléctricos. Según en el estudio, la falta de cargadores en espacios públicos es, tras el alto precio y la baja autonomía de las baterías, la segunda barrera que frena la decisión de compra de un coche eléctrico. Así, mientras que un 70% de los conductores descarta la compra por el elevado precio de estos vehículos, un 52% lo hace por las circunstancias de las infraestructuras de recarga y un 44%, por la baja autonomía de las baterías. Pese a ello, y según el mismo estudio, un 60% de los conductores baraja comprar un coche eléctrico en los próximos cinco años.

Los problemas de la red

En España, la mayoría de puntos de recarga son privados o particulares y los públicos suelen ser de baja potencia y están concentrados en territorios muy concretos. Además, un elevado porcentaje de ellos está fuera de servicio.  Existen, además, pocas ayudas (y de tramitación complicada) que fomenten la compra. Tanto es así que, según el estudio de Electra, el 90% de los usuarios consultados considera que las ayudas actuales son insuficientes. Desde el Gobierno, sin embargo, lo ven todo de otra forma. Wayne Griffiths, el que fuera presidente de ANFAC, también cree que queda mucho por hacer pese a lo que opina Aagesen. Tanto es así que abandonó su cargo al frente de la patronal del sector trans constatar, consideró, que el compromiso político con la electrificación de la movilidad no es suficiente en absoluto.