Los avances en las tecnologías nos han ido permitiendo con el paso de los años que nuestra experiencia en los desplazamientos por carretera también hayan mejorado hasta niveles que, posiblemente, no imaginábamos no hace tanto.

Un poco de historia

Hace más de una década comenzaron a comercializarse los navegadores del tipo TomTom; unos dispositivos que se adquirían en los centros comerciales o a través de internet y que se colocaban en la parte frontal de los coches para que nos llevaran a la dirección que les indicáramos.

Los navegadores, conectados a los satélites GPS, necesitaban de unos mapas que había que comprar o al menos actualizar cada cierto tiempo, pagando por ello en muchas ocasiones. Las marcas de automóviles pronto dieron un paso al frente y mediante acuerdos con las compañías fabricantes de los navegadores, comenzaron a ofrecerlos integrados en el salpicadero de los coches en la mayoría de los casos.

Aplicaciones en los móviles

Pese a todo, son muchos los conductores que prefieren utilizar determinadas apps de su móvil para desplazarse en ruta. Las razones son varias pero fundamentalmente tienen que ver con que son gratuitas, se actualizan constantemente sin necesidad de estar pendiente de ello y, en mucho casos, son colaborativas. Es decir, son los propios usuarios los que se encargan de introducir en las apps novedades en tiempo real, tales como atascos, obras, accidentes, radares y cualquier otra incidencia que se vayan encontrando por el camino.

De entre estas apps, quizá la más conocida sea Waze. Se trata de una aplicación que está disponible tanto para Android como para iPhone y que se puede descargar desde este enlace de la Play Store o desde este otro de la App Store.

Pero además de Waze, la propia Google Maps es otra alternativa muy popular en la que confiar mientras se conduce y que desde hace unos días está creciendo en adeptos gracias a las funcionalidades extra que hacen que se iguale en prestaciones a Waze.

Google Maps

Ha habido que esperar unos cuantos meses desde que se anunciara, pero por fin Google Maps cuenta ya con la inclusión de dos elementos que lo hacen aún más interesante: el poder reportar incidencias de tráfico en tiempo real y la aparición de todos los radares tanto fijos como móviles que vayamos a ir encontrándonos en nuestra ruta, con sus consiguientes avisos visual y sonoro previos.

Hoy en día solo se puede reportar de las incidencias en los teléfonos Android pero es cuestión de poco tiempo –puesto que ya está también anunciado–, que llegue esta opción a los iPhone.

En cuanto a los radares, aparecen en las versiones de Google Maps de ambos sistemas operativos y se distinguen por colores. Los radares fijos aparecen en color amarillo, mientras que los móviles lo hacen en color azul.

La unión de ambos factores (aviso de incidencias y presencia de radares), pueden suponerte un importante ahorro tanto en combustible como en multas.

La DGT

Como en tantas otra ocasiones, la tecnología va por delante de las normas y las autoridades de la Dirección General de Tráfico ya han puesto el grito en el cielo al advertir de que “avisar de la ubicación de los radares es ilegal”. Un aviso que es más una pataleta por parte de la DGT porque será difícil, por no decir imposible, que determinen quién aporta al sistema la presencia de los radares fijos y móviles que están presenten en las carreteras de toda España.