“La compensación debe basarse en lo que haces, no en quién eres”.

Se trata de uno de los lemas que más a rajatabla tratan de poner en práctica en los cuarteles generales de Google en lo que a los aspectos laborales y salariales se refiere.

Aun así, y pese a que se trata de una compañía que trabaja a diario para que la igualdad entre sus empleados de la misma capacitación, género y procedencia sea real, el departamento de auditoría interna de pagos de Google ha descubierto que en 2018 retribuyó mejor a las mujeres que a los hombres en un mismo nivel profesional y de desempeño. Un hecho que podría sonar a utópico no hace tanto pero que está teniendo lugar en determinados nichos laborales de una de las empresas más grandes e importantes del mundo.

En 2018 retribuyó mejor a las mujeres que a los hombres en un mismo nivel profesional y de desempeño

A escasas fechas de la celebración del Día Internacional de la Mujer, el gigante californiano ha revelado a través de su blog que todos los años, la remuneración de cada empleado se modela a través de algoritmos, en función de los aportes relacionados con su trabajo, tales como los ratios de mercado para su puesto concreto, su ubicación, nivel y ratio de desempeño. Asimismo, si los gerentes desean aplicar un plus de discrecional para ajustar la compensación modelo de un empleado, tienen la obligación de proporcionar una justificación clara para llevarlo a cabo.

El sistema de análisis de equidad de remuneración que Google realiza de manera interna desde el año 2012 permite descubrir discrepancias salariales estadísticamente significativas en cualquier grupo de trabajo de la empresa y desde ahí proponer un sistema de corrección en aras de la deseada igualdad entre empleados que reúnan características similares.

En 2017, la partida económica destinada a realizar los citados ajustes fue de 270.000 dólares, una cifra casi insignificante si se compara con los 9,7 millones que ha tenido que disponer Google para nivelar las diferencias en 2018. Las razones por las que ha aumentado tanto la cuantía de un año a otro son dos. Por un lado, el estudio salarial en 2018 se incrementó notablemente hasta alcanzar el 91% del total de los empleados y por el otro, por primera vez se incluyeron en el análisis las nuevas contrataciones realizas por la compañía tecnológica.

La compensación adicional de 9,7 millones ha beneficiado a 10.677 y pese a que Google no ha querido ofrecer qué porcentaje de los mismos corresponde a hombres, estos suponen el 69% de los empleados de la compañía, con lo que se entiende que son los que más han tenido que ser equilibrados positivamente en sus emolumentos.

Lo que sí ha trascendido es que uno de los colectivos más numerosos estudiados el pasado año es el de los ingenieros de software de nivel 4, en los que los hombres habían recibido antes de los ajustes, recompensas salariales discrecionales por parte de sus gerentes menores que las de sus compañeras féminas.

Según afirman desde el gigante norteamericano, “seguiremos trabajando para mejorar nuestras prácticas y para garantizar que Google sea un excelente lugar para trabajar para todos”.

Quién habría dicho hace unos pocos años que en una empresa, los ingresos de los hombres tendría que verse revisado al alza para poder ponerse al mismo nivel que el de la mujeres. El mundo está cambiando y la realidad actual de una compañía con un músculo como Google es la mejor demostración de que el camino que se comenzó a transitar hace décadas, está empezando a dar frutos de verdad.