Un equipo de científicos de la universidad canadiense de McGill, en Montreal, acaba de descubrir un método para producir hidrógeno que puede abaratar enormemente el coste del que muchos consideran será el combustible del futuro. Utilizando grafeno, el equipo de la universidad quebequesa cree poder fabricar hidrógeno a partir del agua del mar.

Tren que tiene el hidrógeno como combustible

El grafeno, un material sorprendente

El grafeno, sustancia compuesta por carbono puro con átomos organizados en patrones regulares hexagonales, es una material casi transparente cuyas láminas de un átomo de espesor son 200 veces más resistentes que el acero más duro jamás fabricado por el hombre. Su densidad es aproximadamente la misma que la de la fibra de carbono y es cinco veces más ligero que el aluminio, lo que le permite soportar pesos inmensos. Durante sus investigaciones sobre ingeniería de tejidos óseos, la doctora en Química y profesora asociada de la Universidad McGill en la especialidad de ingeniería de materiales Marta Cerruti ha abierto la puerta a la solución a un enigma: cómo producir hidrógeno a partir del agua de mar.

Combinado con oxígeno

Las láminas de grafeno, estructuras muy fáciles de manejar, han sido combinadas por la estudiante de doctorado Yiwen Chen con oxígeno en suspensión y agua durante un experimento coordinado por Cerruti y el resultado obtenido fue un nuevo material: óxido de grafeno reducido. Dicho material es poroso, tridimensional y conductor de electricidad. Diferentes láminas de este óxido apiladas, crean una membrana que permite el paso del agua, pero no el de otras moléculas. Esta circunstancia permite mejorar la electrólisis, el proceso de producción de hidrógeno a partir de agua salada, ya que se evita que los iones de cloruro presentes en el agua de mar penetren en los electrodos que se utilizan y contaminen el catalizador. Con ello, se abaratará muchísimo el proceso de producción de hidrógeno. El grafeno, nadie lo duda ya, es el material del futuro.