El grafeno, parece, sirve para todo: baterías, recubrimientos, trajes que te hacen invisible a los sensores térmicos, auriculares de calidad nunca antes vista y, ahora, hasta mantas que calientan en invierno y enfrían en verano. Cuando los Reyes Magos lleguen estas Navidades ya sé qué preguntarles si me los encuentro dejando regalos debajo del árbol: ¿Por qué le llevasteis al niño Jesús oro, incienso y mirra en lugar de oro, incienso y grafeno, ya que la mirra nadie sabe qué es?
¿Una manta?
Sí, una manta. Se llama Hilu y sus fabricantes, aprovechando las propiedades térmicas de este material 200 veces más resistente que el acero, nos ofrecen un sistema cómodo para calentarnos en invierno y refrescarnos en verano. Cómodo y, además ligero y resistente porque, pese a lo liviana que resulta, no hay manera de cortarla con unas tijeras. Además, es hipoalergénica, antibacteriana y repele el agua.
¿Cómo funciona?
El grafeno tiene capacidades termorreguladoras y, al incluirse en las fibras de la manta, permite que ésta absorba el frío de tu cuerpo y deje salir aire caliente si tiemblas y absorba el calor de la piel y libere aire si sudas. Y lo mejor de todo es que, como los climatizadores de los coches, es bizona: si os tapáis con ella tú y tu pareja, ofrece a cada uno lo que necesita. De momento, sus promotores buscan financiación en KickStarter y la envían a todo el mundo por 176 euros. Las primeras unidades, y ese es el problema, no van a poder traértelas los Reyes: se entregaran en febrero. Si no puedes esperar, siempre te queda el recurso de pedir mirra.