La organización ambientalista Greenpeace carga contra Shein, el fabricante y distribuidor de ropa chino que, por sus precios y su sistema de distribución, se ha convertido en una de las sensaciones de los últimos meses. La entidad, que ha analizado una muestra de prendas del fabricante, afirma haber encontrado diferentes productos químicos nocivos para el ser humano en ellas.

Sobre 47 prendas

En su página web, Greenpeace afirma haber comprado un total de 42 prendas en las webs de Shein de Austria, Alemania, Italia, España y Suiza y cinco productos en una tienda efímera de la marca abierta en Múnich. Las prendas, siempre según el relato de la organización, habrían sido enviadas a un laboratorio independiente y el resultado es, dice Greenpeace, “preocupante”: siete de los 47 productos contenían sustancias químicas consideradas peligrosas si se presentan en concentraciones superiores a las permitidas por la UE y otras quince “en niveles cercanos a los valores máximos permitidos”. Seis de los siete productos que superaban los límites permitidos eran, detalla en un informe la organización, botas o bolsos fabricados “total o parcialmente con materiales sintéticos basados en combustibles fósiles”. Así, en cinco pares de botas o zapatos se encontraron “niveles muy altos de ftalatos, con más de 100 000 mg/kg cuando el máximo permitido por la UE se queda en 999 mg/kg. En unas botas de nieve, explica Greenpeace, se localizaron 685.000 mg/kg de este compuesto. También se ha identificado en un tutú de niña una concentración de formaldehído equivalente a 130 mg/kg cuando el máximo permitido, según la directiva de juguetes, es de 30 mg/kg.

¿Qué son los ftalatos y el formaldehído?

Los ftalatos son compestos químicos que se utilizan para suavizar y dotar de mayor felixibilidad a diferentes plásticos como el cloururo de polivinilo, que se utiliza para fabricar símiles sintéticos del cuero. Son sustancias de baja toxicidad, pero debe evitarse que entren en contacto con alimentos, ya que pueden actuar como disruptores hormonales o endocrinos según entidades como la Fundación Vivo Sano. El formaldehído es un compuesto químico que se empleaba como desinfectante y hoy se utiliza en la industra textil para conseguir tejidos libres de arrugas. Si supera el 0,15%, es conveniente lavar la prenda antes de usarla para evitar mayores problemas. De nuevo, Greenpeace parece que ha explicado las cosas a medias haciendo un flaco favor al ecologismo: al final, ni es tanto, ni es para tanto.