Ya pasaron los años en los que con la llegada de los smartphones daba la sensación de que había que renovarlos cada uno o dos años debido a los grandes avances que se producían en la industria. Da igual si tenemos un móvil asequible, de gama media o uno de los mejores, porque la tónica habitual es tratar de conservarlos por el mayor tiempo posible. Y para ello, es importante cuidarlos bien pero también no caer en algunas malas prácticas que pueden perjudicar su vida útil. Por eso a continuación vamos a ver algunas acciones que deberíamos tratar de evitar.
Los cables y cargadores de baja calidad
No es infrecuente que cuando perdamos un cable o el cargador original que viene con el móvil, compremos otro barato o cojamos alguno que tengamos por casa y que no tenga nada que ver con la marca o el modelo de nuestro teléfono. Además, hoy se pueden comprar por muy poco precio, por lo que es muy tentador hacerse con uno cualquiera.
El problema está en que muchos de estos cables pueden causar daños permanentes a nuestro dispositivo o, lo que es peor, ponerlo en riesgo de que pueda provocar un incendio o que nos electrocute. Por eso, en cuanto a cables y cargadores se refiere, no merece la pena ahorrar unos euros y se recomienda, en cambio, adquirir cargadores de una marca conocida o aún mejor, de la misma marca del móvil que tengamos.
Pero no solo eso. Una vez tengamos el cable o el cargador adecuados, hay que tratarlos con cuidado, no de cualquier manera. Enrollarlos de cualquier moda, sacarlos del enchufe tirando del cable o no tratarlos con el mínimo cuidado, pueden causar problemas al móvil a medio plazo y va a suponer que tengamos que cambiar el cable o el cargador antes de lo normal.
Gastar la batería con mucha frecuencia
Todos sabemos que las baterías de teléfonos van perdiendo capacidad con el paso del tiempo. Un hecho que provoca con los años, dure cada vez menos hasta el punto de que salvo que el dispositivo cuente con una batería reemplazable, hay que comprar otro móvil.
Para evitar esto en la medida, conviene hacer descargas regulares y no muy largas, recargando el teléfono antes de que se apague. No conviene que la batería se acabe del todo de manera habitual. todo el tiempo. Lo ideal es tratar de mantener la batería por encima del 30 por ciento aproximadamente, dejándola descargar ocasionalmente para calibrar los sensores, y mantener así la batería saludablemente el mayor tiempo posible.
La importancia de la funda o la carcasa
Uno de los momentos de mayor pánico entre los usuarios de móvil es el que tiene lugar cuando se cae al suelo el dispositivo y sobrevuela al instante la preocupación de si se habrá roto o no la pantalla. O si se ha rayado, que también sucede aunque no sea tan dramático.
De ahí que utilizar una funda o una carcasa sea tan importante. Tanto que en ocasiones, si queda realmente dañada la pantalla, no merece la pena reemplazarla por su coste y haya que comprar un móvil nuevo.
Está claro que el móvil luce mejor sin algo que lo recubra, pero muchas veces, lo estético puede salir muy caro. Asimismo, puede ocurrir que la pantalla no se dañe pero sí el mecanismo interior del dispositivo. Por lo que si no lo llevas protegido, nunca es tarde para comprar una funda o una carcasa de tu gusto y ahorrarte más de un disgusto.
Si aun así eliges no protegerlo, tienes la opción de asegurar el móvil con alguna de las múltiples opciones que para ello existen en el mercado. Una cuota anual no muy elevada puede ser una gran inversión para no tener que hacer un gasto mayor si en cualquier situación el teléfono queda dañado.