El sumiller de los hermanos Roca ha sufrido las consecuencias de los piratas virtuales. Desde el viernes pasado, tiene hackeado su cuenta privada de Instagram y lo ha confirmado en una entrevista a TV3: Hay gente que tiene mucha astucia e ingenio y tengo la cuenta hackeada desde el viernes por la mañana". Así pues, han eliminado la foto de perfil y el nombre y durante el fin de semana han hecho retransmisiones de personas en la playa hablando o riendo a través de los famosos stories pero sin relacionarlo con el mundo culinario y gastronómico para lo que se dedica.
Roca ha declarado: "Más allá del concepto de visibilidad y compartir imágenes, tiene que ver lo que representa de las cuentas bancarias y lo que va conectado con el móvil, da sensación de inseguridad en un mundo que no dominas y pueden entrar hasta tu última rendija". Así pues, el sumiller ha querido poner de relieve el peligro que supone que un simple perfil de fotografías quede expuesto y limitado por perfiles anónimos que manipulan los contenidos que cada uno quiere publicar. Actualmente, no se puede acceder a todo el perfil que tenía a Josep Roca que cuenta con más de 50.000 seguidores.
Preicsament durante el cierre de la restauración, los hermanos Roca elaboraron un menú a un precio de 12 euros, la versión más asequible y popular de la familia por llevarse desde Can Roca, el 'bar de los padres', actualmente cerrado como toda la hostelería en Catalunya. "Es una manera de compartir cocina cálida en tiempo de austeridad", declararon.