Todavía nos queda mucho invierno por delante, pero las primeras fresas llegarán a los lineales de nuestros supermercados en pocas semanas si no lo han hecho ya. Este año, lo harán acompañadas de una variedad nueva y singular: las fresas blancas, también conocidas por su nombre inglés: pineberry.
¿Qué son exactamente?
Las pineberry son una fruto híbrido de carne blanca y pepitas encarnadas que, aunque parece una fresa,, tiene un sabor parecido al de la piña y aunque llegan ahora a nuestro país, tienen un origen ciertamente más antiguo y, encima, accidental: en el siglo XVII y en el continente americano, dos especies de fresa locales -la fresa de Virginia y la fresa de Chile- se cruzaron generando un fruto similar a la actual fresa blanca. La fresa de Chile es de color rosa pálido casi blanco y la fresa de Virgini es roja sin más. Ambas son variedades silvestres.
Recuperada en el 2000
La fresa híbrida resultado del cruce viajó hasta Europa, pero su cultivo masivo no fue posible y se mantuvo sólo como mera curiosidad. Hace unos 20 años, un grupo de granjeros holandeses se propuso recuperarla y, aplicando técnicas de selección genética, lograron desarrollar una nueva variedad de fresa blanca comercializable. Hoym una caja de una docena puede llegar a costar 30 euros y se cultivan en diferentes lugares. Uno de ellos es Lepe, en Huelva. Puedes encontrarlas en tiendas gourmet y fruterías especializadas y sus propiedades son casi idénticas a las de la fresa convencional