Con los precios de los carburantes subiendo de nuevo, las tarifas eléctricas ahogando a comercios e industrias, el invierno a la vuelta de la esquina, las térmicas desmantelándose y las minas de carbón cerradas, el debate sobre la energía está en todas las agendas y, ahora, se le añade además un nuevo elemento: la conveniencia (o no) de recuperar una producción carbonífera nacional mínima.

 

Desde Castilla y León

De momento, las Cortes de Castilla y León, una de las regiones más afectadas por el cierre desordenado de la minería del carbón decretado en 2018, han de debatir este otoño una Proposición No de Ley que plantea “recuperar la prospección y explotación de los recursos mineros de la provincia de León”. La formación que la ha presentado, Vox, considera que, en una situación de crisis de suministro como la actual, hay que activar iniciativas para reducir la dependencia energética. Los procuradores de esta formación en las Cortes de Castilla y León recuerdan que en los años 90, unas 12.000 personas trabajaban, sólo en León, en la industria carbonífera. Ahora, su planteamiento es acometer cambios en la actual Ley del Clima, que limita la actividad extractiva en todo el país. En Catalunya, las minas de Cercs cerraron en 1991 y Minera Ebro Segre, en Seròs (Lleida) cerró en 2010. Este mismo mes, Catalunya era instada por el eurocomisario de Mercado Interior, Thierry Breton, a acelerar el despliegue de las renovables ya que, todavía hoy, Catalunya depende en un 52% de la energía nuclear.

El debate llegará al Congreso

La misma propuesta que se ha de debatir en las próximas semanas en Castilla y León llegará, previsiblemente, al Congreso de los Diputados en breve. En la cámara castellanoleonesa es más que probable que se apruebe, ya que Vox cuenta con el apoyo del Partido Popular. Veremos qué ocurre en el Congreso, pero es casi seguro que no se aprobará, porque PSOE y el resto de fuerzas que sustentan el gobierno de Pedro Sánchez votarán en contra, pero el resultado de la votación nos dará una pista acerca de lo que pueda llegar a suceder tras unas próximas elecciones generales tras las que, si las encuestas no yerran, habrá un cambio de mayorías. ¿Hay esperanza para el carbón nacional? Aún no se sabe, pero lo indiscutible es que, con el mineral vendiéndose a cerca de 500 euros la tonelada en los mercados internacionales, las minas españolas serían rentables.