Acreditar un siglo y medio de historia no supone, ni de lejos, anquilosarse en antiguos métodos de trabajo. Heineken, el gigante cervecero, es un ejemplo y, por eso, ha hecho de la tecnificación de sus procesos la punta de lanza de su desarrollo. ¿Cómo lo llevan a cabo? Pues digitalizando incluso un proceso tan tradicional como el reparto de pedidos a los puntos de venta den canal hostelero. El comercial clásico que tomaba nota de los pedidos a pie de bar ya es historia en Heineken.
Eazle
La herramienta que lo ha hecho posible se llama Eazle y, desde 2023, permite gestionar pedidos y promociones de fidelización sustituyendo y unificando las hasta 40 aplicaciones y webs a través de las que Heineken daba servicio a alrededor de 500.000 clientes del sector hostelero. Al activar Eazle, Heineken (que digitalizó ya sus medios de producción) ha conseguido alcanzar dos objetivos: simplificar el funcionamiento de un segmento crucial de la cadena de valor y, también, convertirse en una empresa tecnológica, porque Eazle abre caminos y puede clonarse en otros mercados.
Ventas
Con la unificación de plataformas, ha logrado cerrar este año un 28% más de operaciones que en 2022. En 2023, Heineken contaba con 21.000 clientes activos hosteleros en España que realizaban una media de 3,2 pedidos al mes. Al acabar este año, la compañía espera contar con 30.000 bares asociados a los que, además de cerveza, vende refrescos, vinos, lácteos, café y todo el equipamiento necesario para la decoración del bar, lo que redunda en la consolidación de la imagen de marca.