Del hidrógeno, entre otras muchas cosas, se dice que será el combustible que cambie para siempre el transporte marítimo (con el permiso de Maersk y el metanol verde) pero, hasta la fecha, poco o nada se sabía el transporte fluvial. Ahora, y gracias a una naviera holandesa, sabemos también que el hidrógeno será protagonista en la navegación interior. La naviera en cuestión se llaman Lenten Scheepvaart y acaba de incorporar a su flota la primera barcaza fluvial del mundo propulsada con hidrógeno.
Validado por Lloyd’s Register
El buque, de nombre Antoine, ha sido construido por los astilleros Concordia Damen, especializados en embarcaciones fluviales, y sus primeras pruebas técnicas tuvieron lugar a finales de octubre. La prestigiosa certificador Lloyd’s Register se encargó de las inspecciones y la barcaza tiene ya permiso provisional para navegar. Lo hará por canales interiores navegables holandeses. El buque dispone de un sistema híbrido diesel eléctrico y contará con contenedores de hidrógeno.
¿Cómo funciona?
La barcaza empleará una pila de combustible capaz de convertir hidrógeno en electricidad. De momento, y hasta que se complete la instalación de los preceptivos depósitos de hidrógeno definitivos, las baterías que mueven el barco se cargan con la electricidad creada por un generador diesel que se emplea como soporte de emergencia, pero el diseño está concebido para que la barcaza sea libre de emisiones. Eso ocurrirá a finales de este año.