¿Cómo se puede mejorar la vida cotidiana de los pacientes con enfermedades neurodegenerativas? La IA y los sistemas de deep learning abren una nueva vía. Sólo en España, hay más de 800.000 afectados por Alzhéimer y se calcula que cerca de un tercio no está diagnosticado. Ahora, gracias a la tecnología, ellos y sus cuidadores van a poder vivir un poco mejor.

 

De la mano de la Politécnica de Madrid

El seguimiento continuado es una de las mejores herramientas que existen para mejorar la cotidianeidad de estos pacientes y, en esta a veces ardua tarea, las tecnologías pueden ayudar. Un ejemplo lo brinda la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicación (ETSIT) de la Politécnica de Madrid, centro en el que un grupo de investigadores acaba de desarrollar una herramienta denominada PROCare4Life, que permite una monitorización continuada de los pacientes con párkinson y alzhéimer y envía informes completos al personal médico de forma continuada. “En la actualidad, estos pacientes realizan visitas periódicas con su médico, que toma sus decisiones a partir de lo que el paciente o sus cuidadores explican. Ahora, con la herramienta, vamos a poder tener datos concretos e incontrovertibles. Al empezar a diseñarla, nos hicimos una pregunta: ¿Podemos mejorar los tratamientos monitorizando de alguna manera aquellos eventos o situaciones importantes que debería conocer el personal médico en detalle?, explican los promotores de la iniciativa. La respuesta la han encontrado: sí, podían. Y lo han hecho.

¿Cómo funciona?

El sistema combina sensores y dispositivos wearables que permiten recoger datos con una herramienta de análisis que emplea algoritmos y soluciones de IA para convertir los datos recopilados en información que se facilita al médico para que, a partir de ella, decida sobre los protocolos de actuación y los tratamientos que se deben aplicar a cada paciente. Las visitas, por supuesto, se mantienen; pero, ahora, el facultativo dispone de mucha más información. El sistema, además, formula recomendaciones, activa alertas y marca fechas concretas. Con todo ello, se consigue un conocimiento mucho más profundo del devenir del paciente que permite, por ejemplo, seleccionar mejor los medicamentos, detectar y prevenir complicaciones y actuar con eficacia máxima si es preciso.