Las centrales de bombeo hidráulico son una de las grandes esperanzas de las energéticas para abaratar la complicada transición a un sistema 100% sostenible pero, de momento carecen del marco regulatorio adecuado según la patronal del sector. Con todo, empresas como Iberdrola impulsan proyectos fundamentados en este sistema de producción en España y Portugal.
Gigabatería del Tâmega
En el país vecino, Iberdrola ha invertido 1.500 millones de euros para construir tres presas y tres centrales que alcanzarán una capacidad conjunta de 1.158 MW. El complejo, bautizado como Gigabatería del Tâmega, se completa con dos parques eólicos de 300 MW. El Tâmega es un afluente del Duero localizado en la zona norte de Portugal. Cuando el complejo se active, Iberdrola producirá 1.766 GWh al año y podrá cubrir las necesidades de una región con 440.000 habitantes en la que Braga (200.000 habitantes y Guimaraes (160.000 habitantes) son las ciudades principales. Los embalses podrán almacenar el equivalente a 40 millones de kWh o, si se prefiere, lo mismo que consumen 11 millones de personas en un día.
¿Y en España?
Las centrales de bombeo no dependen de las condiciones atmosféricas, su capacidad de almacenamiento es mayor que la de otras tecnologías y tienen, explican desde Iberdrola, una ventaja clave: pueden entrar en funcionamiento en minutos. Por ello, además de en su proyecto portugués, Iberdrola confía en el potencial que ya ha localizado en España y que cifra en 10 GW. Actualmente, en España hay 5.000 MW de bombeo instalados. Para activar los 10 GW identificados será necesaria una inversión que Iberdrola cifra en 8.000 millones de euros y que podría crear hasta 112.000 empleos.
Los desarrollos posibles que Iberdrola ha identificado en España se reparten por toda la península, pero los de más sencillo desarrollo se sitúan en Extremadura, Galicia, Valencia y Castilla y León. Supondrían añadir al sistema una potencia de 3.650 MW, ampliar la reserva energética en 123 GWh y crear 37.000 empleos.