Ya las tenemos aquí: las restricciones en el uso del plástico entran en vigor este  1 de enero en España, contemplan una tasa de 45 euros por cada tonelada de plástico que no se recicle y, aunque en principio la pagarán las empresas, va a acabar afectándote. Los representantes de los sectores más afectados (los productores de carne y fruta, por ejemplo) dan por hecho que habrá incrementos de precio de en torno al 7%.

La carne subirá

En el sector cárnico, eliminar el plástico completament es imposible, ya que se compromete la seguridad alimentaria. El papel y el cartón, por ejemplo, son excesivamente permeables y los plásticos biodegradables, además de ser aún demasiado caros, todavía no se han certificado como válidos. Quedan, pues, el vidrio y el metal, pero utilizarlos dispararía unos precios que pueden llegar a aumentar hasta un 10% en productos como los embutidos en lonchas o la carne fileteada.  Hasta los congelados subirán.

 

La fruta también costará más

Además de la carne, lo que va a subir también es la fruta, especialmente la más pequeña y blanda: arándanos, cerezas, moras, fresas y frambuesas no aguantan bien en envases permeables de papel o cartón y los de madera cuestan más dinero. La troceada, por supuesto, será más cara también. Al plástico reciclado le sucede lo mismo que le pasa cuando se trata de carne: faltan garantías. ¿Quizá España exige demasiado? Thierry Breton, el comisario de Mercado Interno de la UE decía que así hace nada, pero a los ecologistas no les gustan sus palabras. En fin, atentos a lo que veáis después de Reyes en el supermercado.