Se supone que la inflación nos ha dado un respiro, porque va a acabar el año por debajo del 7%, pero no es gracias a los alimentos, sino a la electricidad y los carburantes, ya que la cesta de la compra ha registrado incrementos porcentuales durante este 2022 que superan el 15%. Los dulces navideños, por supuesto, no se salvan: del turrón, que ni siquiera suele llevar miel y frutos secos nacionales, ya hemos hablado, pero el mazapán no le va a la zaga: cuesta un 10% más que en 2021
¿Con qué se hace?
El mazapán tiene pocos ingredientes: almendra, azúcar y un poco de huevo, Hay otros, claro, pero pertenecen a esa difusa esfera de los aditivos y conservantes y lo cierto es que nombrarlos es no aclararse. Para lo que importa, los ingredientes principales son los citados y todos ellos, si distinción, han subido mucho durante 2022. El azúcar cuesta hoy casi un 60% más que en diciembre pasado, la almendra ha subido algo pero no mucho y algún adorno como, por ejemplo, los piñones, han doblado su precio,pero en Navidad, mazapanes con piñones hay pocos. Con todo, seguro que más de uno se acuerda de lo caros que, hará cosa de un mes estaban los panellets. A todo ello hay que sumarle las subidas del gas, la electricidad y los carburantes, que todo hace falta si lo que tienes entre manos es un negocio. La energía, de hecho, cuesta ahora un 80% más que hace un año.
Diez por ciento arriba
Los mazapanes, por supuesto, han subido y lo han hecho en torno a un 10%. Algunos fabricantes avispados, eso siempre pasa, echan mano de variedades singulares en las que, además de lo clásico, aparecen cacahuetes u otros frutos secos de menor enjundia, pero eso pasa también con los turrones y no es engañar nadie, ya que se cuenta en los embalajes. ¿Hay solución? Pues no, porque pese a la subida, los obradores van, como mucho a pasar un año sin pena ni gloria. O comemos menos o, directamente, hacemos como con el turrón de chocolate: los elaboramos en casa.