Con julio encarando su recta final y agosto al acecho, las temperaturas empiezan a complicar el descanso nocturno. Según un reciente estudio elaborado por la organización internacional Sleep Charity, los problemas empiezan cuando la temperatura nocturna supera los 24 grados.
Diferencia entre temperatura exterior e interior
El estudio indica también qué temperatura es la idónea para un dormitorio y la fija entre 16 y 18 grados. A partir del análisis de las temperaturas de 35.000 hogares, se evidencia que, si bien la temperatura media exterior a lo largo del día puede descender hasta los 19°C, la temperatura interior durante las noches puede alcanzar los 24°C, superando el umbral necesario para un sueño placentero. Sleep Charity recuerda también que el cuerpo humano se enfría por la noche y, por eso, es difícil conciliar el sueño cuando hace demasiado calor. Los estudios demuestran que las altas temperaturas nocturnas alteran el horario del cuerpo, provocando un aumento de la inquietud, una reducción de las ondas profundas y la fase REM (movimiento ocular rápido).
En España, durante 91 de las 95 noches de verano de 2023, la temperatura media nocturna interior superó los 24°C. El pico más alto que se registró fue en agosto, con 18 noches consecutivas con temperaturas superiores a 27°C de media, el periodo más largo de toda Europa, y dos noches en las que el termómetro superó los 29°C(3).
Noches intranquilas
Al hilo de este estudio, el fabricante de termostatos tado° indica que las “olas de calor” que se producen en el interior de los hogares en épocas de mucho calor son en realidad una especie de sobrecarga. Si bien en el exterior las diferencias entre las temperaturas altas y bajas son grandes, los aislamientos de las casas hacen que las temperaturas interiores se mantengan más estables, lo que provoca menos pérdida térmica y, por tanto, noches de verano incómodas a la hora de dormir.
“Incluso, aunque disfrutamos durante el día de temperaturas relativamente agradables, es sorprendente que por la noche temperaturas ligeramente superiores a 19°C en el interior puedan resultar muy incómodas. Esto se debe a la forma en que están construidas nuestras casas, que no permiten que las temperaturas alcancen picos altos, como ocurre en el exterior”, comenta Christian Deilmann, director general y cofundador de tado°. “Todos pensamos más en la calefacción de nuestros hogares e intentamos reducir ese consumo al máximo, pero no nos preocupamos tanto de mantenernos frescos en verano, que cada vez hace más calor. El aire acondicionado es la opción lógica, y gracias a termostatos inteligentes como los de tado°, el aire acondicionado se convierte en la solución ideal. Por supuesto, hay muchas formas de mantenerse fresco por las noches, pero los datos que tenemos muestran que las temperaturas interiores siguen siendo bastante elevadas y las personas deberían ser conscientes de esto para equiparse con las alternativas necesarias para dormir bien”, añade Deilmann.
Gracias a los sistemas de control inteligentes, los usuarios pueden controlar el aire acondicionado de forma eficiente para reducir tanto el consumo de energía como los costes. Con funciones de programación y características inteligentes como la detección automática de presencia y ausencia de personas a través de geolocalización y la detección de ventanas abiertas. Desde la compañía se recuerda que, para dormir bien en verano, conviene utilizar ropa de cama ligera o incluso solo las sábanas, enfriar la casa durante las horas más calurosas del día bajando persianas y cortinas cuando las temperaturas aumenten y mantenerse hidratado. Durante el día, el agua es esencial para afrontar las olas de calor y también contribuirá a conciliar el sueño. El aire acondicionado, siempre, es el mejor aliado pero, si no se dispone de él, utilizar un ventilador y colocar un recipiente con hielo delante para enfriar el aire que circula.